Hace no demasiado tiempo tuvimos la oportunidad de hacernos eco de una noticia donde se revelaba que una persona había comprado, presunta y legalmente, unas tablillas con inscripciones muy antiguas. No eran una o dos sino que se trataba de más de cien tablillas y el comprador asegura que las adquirió legalmente.
Ahora están comenzando a aparecer lagunas sobre la forma de conseguirlas dado que son muchas, cada vez más, las reliquias que están saliendo de forma ilegal de Irak, con la consiguiente pérdida histórica del país.
Esa persona cedió al Museo de las Tierras de la Biblia en Jerusalén todas las tablillas, dejando claro que el las adquirió hace tiempo, antes de que comenzasen los saqueos, algo a lo que un antiguo profesor de Historia ha rebatido especialmente porque está muy familiarizado con estos objetos.
Varios expertos aseguran que las 110 tablillas que se encuentran escritas en escritura cuneiforme son una de las grandes evidencias del exilio bíblico por el que pasaron los judíos en lo que hoy es la zona sur de Irak, la cual proporciona una visión diferente sobre la formación del judaísmo.
Según varios estudiosos, estas tablillas cuentan algo más actual y oscuro, la historia del caos entre Irak y Siria, que ha desembocado en una oleada de robos y saqueos de objetos y reliquias históricas por doquier, acabando con una buena parte del patrimonio arqueológico de ambos países y posiblemente con evidencias históricas de gran valor para los estudiosos.
Todas estas cosas han hecho que los principales museos de Estados Unidos se hayan comprometido únicamente a exponer obras con clara documentación legal y no exhibir ninguno de los artefactos sin procedencia que han aparecido en las últimas décadas. Esto forma parte de un intento para frenar el tráfico de antigüedades.
Por su parte, la directora del Museo de las Tierras Bíblicas de Jerusalén, Amanda Weiss, declaró que no están interesados en exhibir cualquier cosa que se haya adquirido de forma dudosa, «necesitamos saber de dónde vino cada pieza que nos llega. Por nuestra parte haremos todo lo posible para proteger esas piezas e intentar acabar, dentro de nuestras posibilidades, con este grave problema«, expresó.
Este problema se está intensificando especialmente ahora en Oriente Medio, una zona del mundo con una gran inestabilidad, algo de lo que saqueadores y personas sin escrúpulos se están aprovechando y acabando con parte de la historia a cambio de unos cientos o miles de dólares.
