Los cazadores y recolectores europeos domesticaban cerdos

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Jaime Martínez
Actualmente estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos, lo que me ha despertado inclinación por la sección internacional, incluida el estudio de idiomas. Por eso, no descarto dedicarme a la docencia. Asimismo me gusta practicar ejercicio físico y pasar un rato agradable charlando con mis conocidos y con gente nueva. Por último, disfruto viajando para conocer la cultura auténtica de cada región del mundo, aunque reconozco que antes necesito informarme lo más posible sobre el lugar que voy a visitar, para disfrutar la experiencia a fondo.

Una investigación demuestra que los cazadores y recolectores europeos domesticaban cerdos procedentes de granjas cercanas a su región en el 4.600 a.C. Los investigadores, algunos de los cuales provienen de las Universidades de Durham y Aberdeen, han demostrado que diferentes grupos de cazadores y recolectores compartieron sus nociones en la cría de ganado y el cultivo, incrementando su experiencia.

cerdos domesticos

El estudio ha sido publicado en Nature Communications y aporta una nueva perspectiva a los movimientos de humanos prehistóricos y cómo estos transmitían sus habilidades y conocimientos.

Para extender plantas y animales por Europa entre el 6.000 y 4.000 a.C. fue necesaria la interacción entre los cazadores y recolectores indígenas del Mesolítico y los granjeros neolíticos que llegaban. Sin embargo, no se sabe hasta qué punto esta retroalimentación se hizo productiva entre ambos grupos.

Según los investigadores, las muestras anteriores sobre la propiedad de animales domésticos de estos individuos era más bien puntual.

El experto Dr. Ben Krause-Kyora, de la Universidad de Christian-Albrechts de Kiel, Alemania, afirma que estos cazadores y recolectores del mesolítico poseían perros, pero no practicaron la agricultura y no tenían cerdos, ni ovejas o vacas, porque estos fueron introducidos en Europa con la llegada de los granjeros en el 6.000 a.C. “Nosotros encontramos un poco extraño que estos individuos convivieran con otra gente que practicaba una estrategia de supervivencia muy diferente, por lo que pensamos que ellos mismos disponían de animales de los granjeros, como cerdos, por ejemplo”, explicó el experto.

Lo que aún se desconoce es cómo recibieron este ganado. Quizás por intercambio o mediante la caza y captura de animales escapados. De todos modos, los cerdos domesticados presentan pieles de diferente color y manchas, que podrían haber resultado atractivos para los cazadores y recolectores.

El investigador Dr Greger Larson, del Departamento de Arqueología de la Universidad de Durham añade que debido a la naturaleza humana, que se deja fascinar por la novedad, los cazadores recolectores podrían haber mostrado gran interés por la apariencia de estos nuevos cerdos, aunque estas personas ya conocían los jabalíes. Según este estudio, dicho fenómeno tuvo lugar mucho antes de la llegada de los cerdos domesticados a Europa.

Gracias al análisis de antiguas muestras de ADN de los huesos y dientes de 63 cerdos en el norte de Alemania, se puede afirmar que el ganado presentaba una gran variedad de tamaños y colores.

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