Se revelan más datos sobre la muerte de Ricardo III

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Marcelo Ferrando Castro
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Restos de Ricardo III
Restos de Ricardo III

Según un nuevo análisis realizado por investigadores de la Universidad de Leicester sobre los restos del Rey de Inglaterra Ricardo III, su muerte fue a causa de los múltiples golpes que le dieron en el cráneo después de haber perdido su casco protector en la batalla de Bosworth Field.

El estudio realizado en los huesos del monarca revela hasta once heridas que fueron causadas por diferentes armas, de las cuales nueve de ellas fueron en el cráneo; también se detectó una herida muy grave en la pelvis, la cual fue infligida tras su muerte.

Tal como relatan los relatos de la época, el 22 de agosto del año 1485, el rey Ricardo III se vio prácticamente solo en la batalla de Bosworth Field dado que perdió su caballo y tuvo que combatir a pie, lo que hizo que le rodeasen varios enemigos y acabasen con él.

[Tweet «Ricardo III sufrió hasta 11 heridas antes de morir»]

Cuando falleció tenía tan solo 32 años y tal como reveló el estudio, su muerte no fue precisamente rápida, sufrió lesiones de huesos y se cree que entre las armas con las que le dieron muerte se encontraban lanzas, espadas, dagas, cuchillos, etc.

Asimismo se reveló que Ricardo III no presentaba heridas defensivas en la zona de los brazos, lo que podría dar a entender que contaba con una armadura protectora, algo muy común entre los nobles, especialmente un monarca como este. Se supone que las heridas que provocaron su muerte son dos que se produjeron en la parte inferior del cráneo.

Se ha encontrado un fuerte traumatismo provocado por un arma afilada como una alabarda y también una herida penetrante, las dos mortales. Su muerte puso fin a la casa de York, dejando el trono directamente a Enrique VII, el primer monarca de la dinastía de la casa Tudor, quien estaba considerado como un tirano, ambicioso, cruel y sin ninguna clase de escrúpulo.

Fue en el año 2013 cuando se encontraron los restos del monarca cuando se estaban realizando unas obras. Después de ello, se hicieron diferentes análisis de ADN, donde se confirmó que el esqueleto encontrado era efectivamente Ricardo III.

Para conocer todos los datos sobre el monarca, el equipo de investigadores de la Universidad de Leicester utilizó diferentes técnicas como la tomografía asistida por ordenador, la misma que será utilizada para poder analizar cualquier otra clase de restos óseos de los que se sospechen que puedan ser de un personaje histórico.

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