Arqueólogos descubren un lenguaje de la época del Imperio Asirio

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Víctor Muñoz Fernández
Apasionado por la Historia, es licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Desde pequeño le encantaba la Historia y acabó por explorar sobre todo los siglos XVIII, XIX y XX.

Los investigadores que están trabajando en el yacimiento de Ziyaret Tepe han descubierto un nuevo lenguaje que creen que podrían haber utilizado los habitantes originarios de las montañas Zagros que fueron trasladados a la ciudad asiria de Tušhan. El traslado obedecería a una política aplicada por el Imperio Asirio por la cual las personas eran reubicadas para trabajar en las ciudades fronterizas y hacerse cargo de sus campos.

Tabla de Ziyaret

Una tabla de arcilla que fue preservada después de un incendio que destruyó el palacio de Tušhan (en algún punto al final del siglo VIII a.C.), es la razón por la cual los investigadores han descubierto esta nueva forma de comunicación. La tabla no es más que una lista de los nombres de las mujeres que estaban vinculadas al palacio y a la administración asiria local.

El doctor del Instituto McDonald de Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge, John MacGinnis, explica cómo la naturaleza de estos nombres ha activado el interés de los investigadores: “En total hay 60 nombres preservados, de los cuales uno o dos son asirios y unos pocos pertenecen a otra lengua conocida de ese periodo, pero la mayoría corresponden a un lenguaje no identificado anteriormente”. El interés científico de este nuevo hallazgo radica en que se podría completar la imagen de “primer imperio multiétnico” que se tiene del Imperio Asirio.

La tarea de descifrar la tabla cayó sobre MacGinnis, quien ha identificado un total de 144 nombres. Su intensivo análisis incluye, no solo las lenguas comunes del Imperio Asirio, sino también otras como el egipcio o el elamita. Las conclusiones indican que sólo 15 nombres legibles pertenecen a un lenguaje conocido. El informe también postula varias teorías sobre la procedencia de la misteriosa lengua.

Una de ellas es que podría tratarse del lenguaje indígena hablado en el área Tušhan antes de que llegaran los asirios. Pero según los historiadores, nunca se escribió aquella lengua oral y, además, se cree que era un dialecto del hurrita, que es conocido y que no aparece tener ninguna relación con la mayoría de los nombres de la tabla.

Otra teoría es que se trata del idioma hablado por los mushki, un pueblo que migraba del este de Anatolia sobre el tiempo que se realizó la tabla. Pero parece poco plausible, ya que no hay pruebas de que se infiltraran en el Imperio Asirio ni de que fueran capturados.

La teoría más convincente es la afirma que el lenguaje en cuestión podría haber sido utilizado por un pueblo procedente de algún otro lugar del Imperio Asirio, que habría sido forzado a trasladarse por la administración imperial. Según MacGinnis, esta era una práctica común de los reyes asirios, particularmente después de que el imperio empezase a expandirse durante el siglo IX a.C.: “Era un acercamiento que les ayudaba a consolidar el poder, rompiendo el control de las élites gobernantes de las áreas recién conquistadas. Si la gente era deportada a una nueva localización, eran completamente dependientes de la administración asiria para su bienestar”.

Aunque los historiadores ya saben que las montañas Zagros pertenecieron a una región invadida y anexionada por los asirios, también saben que es la única zona del imperio de la cual se desconoce el lenguaje. MacGinnis comenta que si la teoría es correcta, sugiere que “Irán es el hogar de lenguajes desconocidos”. Añade que “la inmediata impresión” que le provocan los nombres que aparecen listados en la tabla son “los de aquellas mujeres que pertenecían a una comunidad aislada”.

El yacimiento de Ziyaret Tepe se encuentra en el rio Tigris, en el sudeste de Turquía, y ha sido el objeto de extensas excavaciones arqueológicas desde 1997. Se cree que los restos que han sido excavados pertenecen a la ciudad fronteriza de Tušhan y que las ruinas serían las del palacio del gobernador, construido por el rey asirio Ashurnasirpal II (853 – 859 a.C). La tabla de arcilla fue encontrada en lo que podría haber sido la sala del trono por el doctor Dirk Wicke, de la Universidad de Mainz, trabajando como parte de un equipo liderado por el profesor Timothy Matney, de la Universidad de Akron (Ohio). Cuando un incendio destruyó el palacio, quizás alrededor del año 700 a.C., se coció la tabla y muchos de los contenidos de la cara inversa se preservaron.

Actualmente, la tabla está almacenada en Diyarbakir (Turquía), donde se espera que sea presentada al público próximamente.

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