Arqueólogos mexicanos encontraron una ofrenda en el Templo Mayor de Ciudad de México, que contenía discos de oro, además de restos marinos un el esqueleto de un lobo en muy buenas condiciones, siendo una de las piezas principales de la ofrenda un cráneo pintado que representa a Mictlantecuhtil, el dios de la muerte.
Leonardo López Lujan, encargado de la excavación, comentó que la ofrenda sufrió graves daños tras la construcción de una tubería durante la época del Porfiriato (Período de la Historia de México en el que Porfirio Díaz fue presidente del país).
Además, explicó “este tesoro demuestra que no sólo las rocas volcánicas están pintadas, sino también otros materiales como pedernales, cerámica y hueso humano“.