Un grupo de arqueólogos submarinos logró dar con un conjunto de villas romanas de hace dos milenios, bajo las aguas del golfo de Nápoles donde se ubicaba la antigua ciudad de Baiae, considerada Las Vegas de la antigüedad romana donde pasaron numerosos emperadores y personajes de élite.
Gracias a la tecnología de punta utilizada para estudiar el fondo marino, los científicos encontraron varias estructuras arquitectónicas esparcidas en un espacio de 80 metros, observando algunos edificios derrumbados pero determinándose que eran casas de campo de personas ricas en la antigüedad romana.
Entre los descubrimientos más destacados figuran varias columnas y pisos de mármol, incluyendo algunas baldosas de mármol Portasanta, un tipo de piedra exótica traída de Chios en Grecia, lo que revela la fastuosidad y el poderío de los habitantes de Baiae.
Gracias a este nuevo hallazgo se podrá continuar escribiendo la historia, de este mítico paraje turístico romano, donde la hermosura de las playas se mezclaban con el hedonismo de los más importantes ciudadanos romanos de hace dos mil años.