Biografía de Agustín de Iturbide, líder militar y primer emperador del Imperio mexicano

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Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

La historia de Agustín de Iturbide se mezcla un poco con la historia de los grandes acontecimientos políticos de los últimos días del Virreinato de Nueva España y los primeros días de México independiente.

Las acciones realizadas durante la Guerra de Independencia de México, le hicieron subir de rango militar. Sería uno de los principales responsables de consumar la independencia, y también, Agustín I, el Emperador del Primer Imperio Mexicano.

Agustín de Iturbide sería un destacado militar realista en los primeros años de la guerra independentista mexicana.

Sin embargo, luego de algunas denuncias, señalamientos y quejas en el desempeño de sus funciones militares y administrativas, se retiraría de la vida pública hasta que en la Conspiración de La Profesa, sería llamado nuevamente para combatir a las huestes insurgentes de Vicente Guerrero.

Una vez que asumió el mando del ejército, se unió junto Vicente Guerrero con quien crearon el Ejército Trigarante y pactaron el Plan de Ayala. En ese momento, Agustín de Iturbide sería el máximo jefe militar que tendría el honor de entrar triunfante en la Ciudad de México, donde posteriormente sería nombrado emperador.

Primeros años de Agustín de Iturbide

Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu nació el 27 de septiembre de 1783 en el Virreinato de Nueva España, en la localidad de Valladolid, que es hoy el estado de Michoacán.

Era hijo de una familia acomodada que poseía tierras: su padre era el terrateniente, José Joaquín de Iturbide y Arregui, y su madre, María Josefa de Arámburu y Carrillo de Figueroa, que pertenecía a la nobleza criolla, asegurando un buen estatus social a la familia.

Su educación la realizaría en el Seminario Tridentino de Valladolid, que era un importante centro educativo donde se formaban las grandes personalidades del virreinato. No obstante, cuando cumpliría 15 años, dejaría los estudios para hacerse cargo de la hacienda familiar y posteriormente, volcaría todo su interés en la carrera militar.

Agustín de Iturbide, militar realista

Cuando Agustín de Iturbide contaba 17 años en 1800, decidió formar parte del ejército realista, donde tendría actuaciones destacadas desde 1810, cuando decidiría rechazar la invitación de Miguel Hidalgo y Costilla a formar parte de la rebelión independentista, y se lanzaría a la persecución de los rebeldes durante estos primeros años de la Guerra de Independencia.

emperador agustin i
Agustín de Iturbide

El grado de Capitán lo adquiriría gracias a la defensa de Valladolid de los embates de las fuerzas revolucionarias. Luego capturaría a Albino Licéaga y a Ignacio López Rayón, quien fungía de líder militar de la insurrección una vez fuera fusilado Miguel Hidalgo, siendo estas acciones las que le conferirían el grado de Coronel.

Gracias a estas acciones, su genio militar y su bizarría en el campo de batalla, Agustín de Iturbide sería nombrado Comandante General en la provincia rebelde de Guanajuato, donde tendría la difícil tarea de combatir a los insurgentes en una de sus plazas más poderosas; distinguiéndose por la fuerza de las persecuciones, el trato duro contra los enemigos y algunos abusos que le constarían caro en el futuro.

En 1815, sucederían algunos hechos importantes para el aseguramiento del poder político español en el Virreinato de Nueva España.

En primer lugar, José María Morelos sería capturado y fusilado posteriormente. En segundo lugar, se invitaría a toda la insurgencia pactar una amnistía. Los únicos que quedaba en pie sosteniendo la lucha eran Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.

Para el año 1816, Iturbide sería destituido de su cargo por las denuncias de abuso de poder y malversación de fondos. A pesar de que las denuncias hechas contra él producirían que fuese relevado de sus funciones sin ninguna otra pena adicional, sería absuelto de los cargos criminales y volvería a ejercer funciones militares algunos años después.

Agustín de Iturbide, la opción de los conspiradores de La Profesa

En 1820 comenzaría a cambiar la situación política del virreinato. La aceptación de la Constitución de Cádiz de 1812 por parte del Rey Fernando VII y el cambio político que significaría esta acción en Nueva España, provocaría que sectores de la élite buscaran evitar que se conociera esta noticia en el territorio para preservar sus beneficios, poder político y sus negocios.

Cuando la noticia finalmente se supo, Iturbide sería llamado para combatir contra Vicente Guerrero, quien no había dejado de luchar y se estaba haciendo fuerte militarmente gracias al desgaste político del gobierno español y las nuevas situaciones. Iturbide intentaría pactar con Guerrero para que se adhiriera a la amnistía, pero éste, rechazaría esas invitaciones una tras otra.

Agustín de Iturbide, Plan de Ayala y Ejército Trigarante

Vicente Guerrero sabía que sin el apoyo de los militares realistas no podría continuar la guerra ni mucho menos, ser vencedor de la contienda. Por otra parte, Agustín de Iturbide sabía que la insurgencia no terminaría y que el ejército de Guerrero no quedaría tranquilo hasta conquistar sus objetivos.

Ambos líderes se reunirían en el emblemático Abrazo de Acatempam, donde suscribirían el Plan de Ayala y dejarían pactadas tres garantías: Independencia de México, igualdad entre las clases y castas sociales; y la religión católica como única religión.

Estos planteamientos serían también resguardados por la fusión de los ejércitos de Iturbide y Guerrero, quedando Agustín de Iturbide como el jefe máximo de este nuevo poder militar.

Agustín de Iturbide, entra triunfante en la Ciudad de México

Entrada de Agustín de Iturbide en Ciudad de México. Crédito: Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México

La independencia mexicana comenzaría con el Grito de Dolores de Hidalgo y Costilla en 1810, pero  sería recién el 27 de septiembre de 1821, cuando el Ejército Trigarante con Iturbide a la cabeza entra en Ciudad de México, cuando efectivamente se proclame la independencia, poniendo fin a la larga guerra que duró 11 años.

Una vez que las huestes de Iturbide entraron en Ciudad de México, se declararía la Independencia, se crearían nuevas instituciones políticas nombrando nuevos representantes políticos y buscando un nuevo emperador para el Imperio Mexicano, que sería ofrecido a Fernando VII o algún miembro de la familia borbónica.

Agustín I, primer Emperador Mexicano

Cuando el rey español y los representantes de la familia borbónica rechazaron el ofrecimiento a este imperio, el Congreso Constituyente que se integraba por seguidores de Iturbide (quienes apoyaban la federación) y los borbonistas, tendrían la responsabilidad de escoger al nuevo regente del Imperio Mexicano, siendo nombrado el día 18 de mayo de 1822 Agustín de Iturbide como emperador mexicano, bajo el nombre de Agustín I.

Proclamación de Iturbide el 18 de mayo de 1822. Acuarela anónima. Crédito: Museo Nacional de Historia. INAH México

La coronación sería el 21 de julio de 1822 en la Catedral de la Ciudad de México, rodeado de gran fastuosidad.

Su gobierno tendría que enfrentar numerosos problemas, tanto políticos como económicos y llegaría a su fin el 19 de marzo de 1823, siendo nombrado Agustín de Iturbide como traidor y con la amenaza de ser asesinado si volvía a entrar en territorio mexicano.

Exilio y últimos días de Agustín de Iturbide

Agustín de Iturbide saldría con su familia del puerto de Veracruz rumbo a Europa a los pocos días de haber abdicado, pero en 1824 volvería a territorio mexicano siendo condenado a muerte.

Iturbide señaló que volvía para ofrecer sus servicios a la patria y para denunciar una intentona de España para reconquistar el territorio. Sin embargo, el 19 de julio de 1821 en cumplimiento con lo estipulado durante su abdicación, sería fusilado en Tamaulipas.

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