Establecida la armonía en España, el rey Fernando VI impulsó una política de neutralidad y paz en el exterior para llevar a cabo una serie de reformas internas. Así, su reinado se caracterizó por la programación de reformas económicas y financieras y la protección de la cultura.
Fernando VI: el rey pacífico
Nació en Madrid el 23 de septiembre de 1713. Fue el segundo hijo de Felipe V y de su primera esposa María Luisa Gabriela de Saboya. Se casó con la princesa portuguesa, Bárbara de Braganza, en 1729; y sucedió a su padre en 1746.
Cuando ascendió al trono, España se encontraba en la Guerra de Sucesión de Austria, pero la misma terminó al poco tiempo (paz de Aquisgrán, 1748). Comenzó su reinado eliminando la influencia de la reina viuda Isabel de Farnesio y de su grupo de cortesanos italianos, con la idea de recuperar a España.
Establecida la armonía, el rey impulsó una política de neutralidad y paz en el exterior para así llevar a cabo una serie de reformas internas.
Los nuevos protagonistas de este reinado fueron el marqués de La Ensenada -secretario de Hacienda, Marina e Indias-, y José de Carvajal -secretario de Estado-.
La pelea entre ambos terminó en 1754, al morir Carvajal y caer Ensenada, pasando Ricardo Wall a ser el nuevo hombre fuerte.
La modernización del reino
La labor más importante durante el reinado fue llevada a cabo por el marqués de la Ensenada, quien planteó la participación del Estado para la modernización del país, entre otras cuestiones.
La política exterior
La política exterior de Fernando VI se orientó a conservar la paz, y terminada la Guerra de Sucesión austriaca (1740-48), España no intervino en nuevos conflictos. La Monarquía buscó el equilibrio europeo firmando acuerdos con Portugal (Tratado de Límites, 1750) y con Inglaterra (Convenio de Compensación, 1750; Tratado de Aranjuez, 1752).
El pacifismo de Fernando VI
El pacifismo del reinado de Fernando VI permitió a sus ministros concentrarse en la reconstrucción económica y financiera del país.
Asimismo durante este reinado se protegió a las ciencias y a las artes (en especial la música), por lo que éste se caracterizó por un surgimiento cultural: se creó la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1752) y de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País.
El último tiempo Fernando VI se encontraba aquejado por problemas mentales, los cuales se intensificaron cuando murió su única esposa (1758).
Se retiró a su palacio de Villaviciosa de Odón, donde murió en 1759, sin dejar descendencia, y siendo elegido su hermano Carlos III como sucesor.