Características del arte persa. Qué es, textiles, pintura, arquitectura y caligrafía.

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Hemos tenido un especial interés en abarcar un poco los antecedentes de la civilización persa antes de iniciar el desarrollo característico del su arte.

El arte siempre ha estado marcado por el desarrollo cultural que le envuelve, por ello es de gran importancia entender cómo vivían, dónde, el medio en el que se desarrollaron, en qué creían… y cada detalle que podrá ser determinante para la comprensión de su desarrollo pictórico, escultórico, arquitectónico y a fin.

¿Qué es el arte persa?

El movimiento artístico al que llamamos hoy día arte persa, fue el que se desarrolló en lo que denominamos el Gran Irán. En la actualidad, esta zona es lo que conocemos como Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán, Azerbaiyán, Baluchistán, Irán y otras diversas zonas de Pakistán.

Al arte persa se le atribuyen diversas disciplinas que van desde la caligrafía, hasta los tejidos, la mampostería, la metalurgia, la pintura, escultura, cerámica y arquitectura. Se ha dicho que los primeros hallazgos de mayor importancia datan de c. 3500 BC con cerámicas de Susa y Persépolis.

Cerámicas de Susa. Crédito: Siren-Com en Wikimedia.

Estos, a partir de diseños simétricos con animales en la superficie desarrollados a partir de figuras de aves acuáticas así como íbices, en diversas copas de grandes tamaños y tazones de gran dureza.

A estas formas podríamos mencionarlas como las primeras desarrolladas por los persas, al menos del que se tenga conocimiento.

Textiles persas

Los persas desarrollaron una amplia capacidad comercial gracias a su desarrollo de monedas realizadas en oro. Esto les permitió realizar diversos intercambios entre otras culturas vecinas.

Alfombra persa. Crédito: Depositphotos.

Gracias al comercio logró generarle un importante impulso a la industria de tejidos, tapetes y alfombras, entre otros como joyas y mosaicos. 

Las alfombras fueron una de las más desarrolladas en torno a los textiles, una de las que aún se conserva del año 1600 es la mitad de la alfombra Salting realizada en lana, seda e hilo metálico. Se caracteriza por el uso de tonalidades ocre, cobrizo y por la temática particular animal.

La escultura Persa

Los antiguos persas del periodo Aqueménidas, lograron crear arte en diversas formas en el que incluyeron diversos trabajos tanto en metal, como tallados en piedra. Todo esto a medida que el imperio persa se expandía hasta abarcar otros centros artísticos de la civilización temprana, se terminó formando un estilo nuevo con influencia de estas fuentes.

Uno de los relieves que podemos considerar es la inscripción multilingüe Behistum tallado en el monte de Behistum en el oeste de Irán, no solo ensalza sus virtudes, sino que fue la clave crítica para lograr descifrar la escritura cuneiforme.

Inscripción de Behistum. Crédito: Dominio Público.

En general, los relieves forman parte de las construcciones arquitectónicas, especialmente con la mayoría de las ejecuciones de los aqueménidas, quienes decoraban sus fachadas con tallados en roca. Asimismo, muchas otras que variaron según el periodo en sí mismo.

Una excepción que sobresale como estatua colosal persa es la llamada Sapor I (Shapur I) como representación del segundo rey del Imperio sasánida hallada en la cueva de Shapur, a 6 kilómetros de lo que fue Bishapur al sur de Irán, esta data de entre 240 y 272 (durante su reinado).

Estatua colosal de Sapor I. Crédito: Dominio Público.

Tampoco podemos dejar de lado la estatua de bronce de un noble parto que procede del santuario de Shami en Elymaida, una de las tantas esculturas halladas en Irak, en zonas que eran fronterizas al imperio como en Harta. Considerando que los partos eran una tribu escita de Asia central, imperio desarrollado durante el 247 y 224 a.C.

Entre otras tantas esculturas y objetos pequeños de bronce que se produjo por los persas de gran calidad. Muchas de ellas poseen decoraciones zoomorfas, fantásticas o antropomórficas. Crearon también armas, ornamentos, herramientas, arreos de caballo, entre otros tantos.

Pintura Persa

La era de la antigua Persia se podría dividir por etapas según los desarrollos de esta cultura a lo largo de los siglos. Durante el primer milenio a.C. fueron los emperadores Ciro II el Grande, Jerjes y Darío I quienes extenderían el dominio Persa hacia Asia Central y en toda Asia Menor hasta Egipto y Grecia.

Luego estará la llamada era aqueménida que data del 550 al 330 antes de Cristo, donde, hasta entonces, no existen rastros de pintura que pueda demostrar que haya existido para esta cultura.

Sin embargo, para la era de Partia hacia el 250 a.C. tras la muerte de Alejandro Magno, se podrán encontrar pintura mural fresca como parte de la decoración de diversos edificios.

Le seguirá la era Sansánida hacia 226 a.C. y 650 d.C. en la que el arte persa sobresale en gran medida. Desarrollaron una gran cantidad de objetos utilitarios, como platos de oro y plata con increíbles decoraciones talladas de animales, e incluso pintadas.

Entre otros grandes trabajos de artesanía, y más allá, los frescos de los monasterios de Bāmiyān.

Frescos de Bāmiyān. Crédito: Dominio Público

Más adelante, bajo el Islam, la pintura sería considerada con mayor importancia. Se desplazaría una amplia gama de ilustraciones de pergaminos a partir de la creación de escuelas de arte religioso hacia 1150 de diversos tipos, siendo miniatura en su mayoría.

También se pueden hallar pinturas de paisajes de un estilo realista a través del empleo de paleta de colores vivos. También, existieron escenas de caza y representación de montañas siendo mayormente populares hacia el siglo XIII y XIV. Más adelante, los retratos, hasta que en 1600 se iniciara una especie de imitación a la pintura europea y grabado.

El trabajo artístico en metal para los Persas

Aunque para muchos se considere como artes menores, hay que darle la importancia que ellos mismos hicieron en su momento.

El bronce fue empleado en gran medida para revestir algunas zonas de los edificios, especialmente en las puertas. Asimismo, las técnicas empleadas para la realización de la platería o los realizados en oro.

Asimismo, la joyería que realizaron bajo diversas influencias. Algunas pulseras, anillos, placas de oro, como influencia escita actualmente en el Museo Británico. También aretes decorados con piedras decoradas con oro, de colores, como las gemas del sepulcro de Susa en forma de media luna.

Caligrafía Persa

La caligrafía en muchas culturas se puede considerar como arte en tanto mantenga un desarrollo de importancia para determinada cultura. No será menos valorado en esta cultura, especialmente al observarla como parte de las ilustraciones del Corán Shahnameh, en el Bostán o en el Diván Hafez, por ejemplo.

Corán Shahnameh. Crédito: Dominio Público

Asimismo, la caligrafía persa se empleó en diversidad de estilos, destacando el Mohaqqaq, el Naskh, Shekasteh o Nasta liq, que aportaron un gran desarrollo determinante a la caligrafía árabe de nuestros días.

Arquitectura Persa

El arte persa temprano incluyó grandes relieves de rocas talladas con cortadas en acantilado, siendo único y particular representando a esta cultura. En Naqsh-e Rustam es uno de los hallados, es un antiguo cementerio con las tumbas de los reyes aqueménidas.

Necrópolis de Naqsh-e Rustam. Crédito: Depositphotos.

La primera capital del Imperio Persa Aqueménida fue Pasargada. Fue hacia el 512 a.C. el rey Darío I el grande, emprendió la construcción de un complejo masivo ampliado a posterior por su hijo Jerjes y su nieto Artajerjes.

Mientras las capitales administrativas de los reyes Aqueménidas fueron Susa, Ecbátana y Babilonia, la ciudad de Persépolis mantuvo la función de capital ceremonial donde se celebraban las fiestas de año nuevo, construida en una región remota montañosa.

Los palacios aqueménidos de Persépolis se construyeron sobre enormes terrazas. Todos estos solían decorarse con fachadas ornamentales que incluían los grandes tallados en relieve en roca, con los cuales los antiguos persas eran famosos.

En el 330 a.C. Alejandro Magno ocupó y saqueó Persépolis incendiando el Palacio de Jerjes para quizás, simbolizar el fin de la guerra Panhelénica de revancha hacia los persas.

persepolis capital imperio persa
Persépolis, la capital del imperio persa aqueménida en Irán. Crédito: Depositphotos.

Esta ciudad se encuentra entre los mejores lugares arqueológicos de todo el mundo. En 1979 fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Considerando que el imperio Persa constituyó un largo periodo, su desarrollo arquitectónico como artístico en general fue variado según el emperador que le precediera. Sin embargo, algunos de los materiales más empleados fue el ladrillo, así como la realización de arcos y sistemas abovedados, siendo el palacio de Hatra un ejemplo de ello.

Se considera la arquitectura persa como una gran influencia de Grecia, especialmente en el uso de los relieves. Sin embargo, algunas novedades también aportó, tal como la idea de la decoración con la finalidad de exaltar al imperio, pero con un carácter únicamente pacífico.

caracteristicas del imperio persa
El imperio persa, uno de los más importantes de la historia.

Asimismo, la columna tauriforme se destaca. Estas columnas llegaron a ser de hasta 20 metros de alto, alcanzando una altura inigualable. El capital, por su parte, alcanzó hasta los cinco metros.

La base solía ser campaniforme, mientras que el fuste, liso o estriado finalizando con el capitel de tres cuerpos: cuerpos de dobles volutas, cuerpos de hojas y las figuras de toros tumbados y enfrentados.

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