Características del arte y la cultura de Oceanía

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El arte en Oceanía

El arte oceánico, desde la época prehistórica, se ha desarrollado en diversas culturas, gracias a las distintas migraciones de los primitivos pobladores. Todo ello, desde antes de la llegada de los occidentales, que conforma nuevos mestizajes, son tres los grupos étnicos fundamentales que les distingue.

¿Qué es el arte oceánico?

El arte oceánico es aquél que comprende una diversidad de estilos, tradiciones y técnicas, reflejadas a través de las culturas que comprenden tal continente. Es su insularidad la que les marca, cuyos rasgos culturales son tan diversos, que casi parecen infinitos.

Todo ello, alrededor de las distintas islas y archipiélagos que comprenden Oceanía, y que ante el mundo exterior, estuvieron aisladas durante muchísimo tiempo.

Toda creación artística desarrollada en estas islas, desde la prehistoria, comprenden el arte oceánico.

Contexto geográfico de Oceanía

Regiones y subregiones de Oceanía. Crédito: Depositphotos.

El contexto geográfico en el que se divide Oceanía se centra en el grupo humano que la habita, dividida en cuatro áreas definidas, las cuales son Australia y Tasmania, Polinesia, Melanesia y Micronesia.

Sin embargo, Australia-Tasmania, la población aborigen de esta última se extinguió completamente, quedando sin tener alguna relación con el resto de Oceanía.

Por otra parte, los descendientes nativos que aún habitan Polinesia, Melanesia y Micronesia, vienen precisamente de aquella oleada de migrantes que provenían de Indonesia o Asia, pertenecientes de distintos grupos raciales, con raíces de progresos culturales diversos.

Todos los pueblos que habitan Oceanía modifican su propia cultura nativa con la finalidad de lograr una adaptación entorno a su medio ambiente.

Cuando se detuvieron todas las migraciones, comenzaron a desarrollarse sin obtener ningún tipo de influencia.

Sin embargo, el intercambio cultural sí existió, pero entre los archipiélagos que les rodeaban.

Asimismo concibieron el arte, hasta conseguir uno propio en cada área. Es posible, entonces, hablar de arte polinesio, o arte melanesio respectivamente, aunque hablar de arte Micronesio se torna imposible, ya que en la actualidad no existe.

Contexto histórico de Oceanía

La lapita fue la primera cultura conocida que se desarrolla en la zona, alrededor del 1500 – 500 a.C., cuyo origen se dio entorno a Nueva Guinea, progresivamente extendiéndose hacia Polinesia occidental, conformada por las islas Salomón, Nueva Caledonia, Vanuatu, Tonga, Fiyi y Samoa.

Particularmente, su caracterización artística se basó en la cerámica con decoraciones cuyos motivos dentados contenían púas o peines, con otros objetos como conchas.

La colonización fue progresiva, hasta que entre el 500 después de Cristo, y el 500 antes de Cristo, se colonizó Micronesia, Polinesia oriental y Melanesia, con la isla de Pascua, Hawái, Isla Sociedad y Marquesas.

A pesar de esto, no es mucho lo que se haya encontrado, en tanto a creaciones artísticas, de este período, excepto algunos tantos utensilios, sobre todo conchas.

canguro pintura rupestre mas antigua australia
Un canguro es la pintura en roca más antigua de Australia. Crédito: Peter Verth, aborigen de Balanggarra

Sin embargo, en Australia las pinturas rupestres de los aborígenes destacan, con características marcadamente geométricas.

La expansión polinesia

La expansión polinesia se generó progresivamente en los siglos siguientes, expandiéndose hacia la periferia oceánica, entre las que destacan Nueva Zelanda, islas Chatham y las islas Kermadec. Gracias a ello, se produjo una diversidad artística y cultural, especialmente por ser tan variada las distintas etnias.

Las manifestaciones artísticas que iban produciéndose, generalmente mantenían un carácter ritual, las cuales se relacionaban estrechamente con ceremonias y danzas. En Micronesia, por ejemplo, se elaboraron enormes complejos arquitectónicos con magalitos y esculturas de piedra.

Algunas manifestaciones artísticas oceánicas

Mientras que en las islas Carolinas, en Yap, las piedras rai se aprovecharon, las cuales eran discos de gran tamaño con un agujero en el centro.

Piedras Rai en Isla Yap, Micronesia. Crédito: Depositphotos.

Hawái se destacó por la construcción de templos, específicamente los heiau, con esculturas que superaban hasta los tres metros de altura, realizadas en madera, en representación de sus dioses.

Las islas Marianas, destacaron las construcciones de viviendas realizadas sobre columnas de piedra; mientras que en las islas Marquesas, los hogares construidos que destacaron fueron magalíticas ejercidas sobre plataformas de piedra, a las que les colocaban esculturas de gran tamaño antropomórfico.

Asimismo, otras que destacan por sus peculiaridades, en las que se generaron según las riquezas naturales que les envolvía.

Los maoríes de Nueva Zelanda, por ejemplo, gracias a la madera, desarrollaron un tipo de talla con figuras que representaban a religiosos y políticos, destacando los colgantes tallados de nefrita (hei tiki).

Dibujo de un colgante maorí hei tiki. Crédito: J. White, The Ancient History of the Maori (1887 – 1891) / Dominio Público.

La diversidad cultural de las islas de Oceanía

El arte de Oceanía mantiene una diversidad cultural de las islas en tanto a creaciones visuales y artísticas en general; las cuales, se podría decir, presentan un gran desafío ante la clasificación de cada una de ellas.

Las tradiciones en cada isla pueden ser tan particulares, como diferentes una de otra.

Jefe tribal en la Islas Cook. Crédito: Depositphotos.

Sin embargo, algunos lugares se encuentran marcados por estilos que resultan propios y particulares, algunos de ellos en la isla melanesia con el estilo malaggan; o el estilo de Nueva Zelanda con el maorí.

A pesar de ello, existen dos figuras que destacan en el arte oceánico: el pájaro y la figura humana.

El pájaro

Como símbolo, el pájaro sigue apareciendo en el lenguaje plástico, así como en la mitología, la danza, el canto, y en general, las artes visuales. A pesar de ello, el símbolo está en la especie, no en el género.

Como la mayoría de las culturas, la creación del impulso decorativo y la belleza visual se extiende a casi todas las formas de expresión material, especialmente a los elementos con connotaciones religiosas.

La figura humana

En la interpretación de imágenes de la figura humana, las características evidentes no naturalistas del arte oceánico se encuentran marcadas. Suelen cambiar las proporciones y las características humanas simplificando la forma, formando un estereotipo, ganando valor emocional, a pesar de que se pierda un tanto la veracidad.

En general, no daban la intensión de imitar la forma humana, a pesar de que se encontraba entrenado el escultor, tal como se presenta en el caso de las esculturas de animales de Salomón, Sepik y Tahití.

Escultura en Marae Arahurahu, Tahití. Crédito: Dominio Público / Wikimedia Commons.

Lo interesante del cuerpo humano es que representa un poder sobrenatural, y esto se logra enfatizar al enfatizar ciertos rasgos (cabeza, ojos y grandes partes del cuerpo).

Estas esculturas, así no se muevan, generan fuerza, vigor y vitalidad evidentes. Solo se puede observar, sin embargo, en ciertos detalles; el hecho de que cada personaje en sí mismo representa los principios sagrados de su existencia en lugar de acciones, aunque el proceso creativo del escultor esté relacionado al dinamismo en cada pieza.

Del mismo modo, el culto a los antepasados también asume la veneración de este proceso dinámico, considerando que es precisamente la fuerza vital lo que se está venerando.

El ojo humano, efectivamente, como patrones decorativos de las esculturas, siempre está enmarcado por patrones orbitales, ovalados, circulares, trapezoides o espirales.

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