Cerca de la región de Asuán al sur de Egipto, se han descubierto un grupo de petroglifos o arte rupestre, que antecede un par de milenios el arte egipcio faraónico que conocemos actualmente.
Científicos de la universidad alemana de Bonn y de la Universidad de Asuán trabajan en conjunto para crear una base de datos, en la que puedan registrarse estos petroglifos para su conservación, ya que en la región de Asuán los proyectos de construcción amenazan la existencia de este arte rupestre.
La gran mayoría del arte rupestre egipcio se encuentra en lugares remotos muy cerca del lecho de los ríos, creando un vínculo con el mundo faraónico posterior, el cual también puede rastrearse de alguna forma en sus petroglifos.
Por ejemplo, una de las imágenes que más ha llamado la atención de los científicos representa una barca con veinticinco hombres a bordo quienes llevan los brazos levantados; se piensa que es la representación de un ritual antiguo lo que ofrece luces de la consciencia mística de aquellos individuos.
Entre otras de las imágenes destacadas de Asuán se observan representaciones de dioses ancestrales, además de escenas de cacería.