Curiosidades sobre el sexo en la Edad Media

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Marcelo Ferrando Castro
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Portada de "Medieval Life. Archaeology and the Life Course", de Roberta Gilchrist
Portada de «Medieval Life. Archaeology and the Life Course», de Roberta Gilchrist

Los historiadores han realizado varias investigaciones para comprender y estudiar el comportamiento sexual en la Edad Media. Sus investigaciones revelan algunas curiosidades de la época que no tienen desperdicio, como el cortejo, los lugares comunes para practicar el sexo o las picantes historias populares que se oían por aquel entonces.

Para el hombre y la mujer medieval, los ojos y la mirada eran una parte fundamental de la sexualidad. En «La vida Medieval«, de Roberta Gilchrist, se explica que de acuerdo a las teorías medievales sobre las miradas, “el ojo no era un receptor pasivo. El acto de mirar podía estimular el deseo del observador y del observado, así que a las mujeres se les solía aconsejar que no miraran a los hombres para no tentarles”.

Otro de los estudios ha revelado que uno de los lugares predominantes para practicar el sexo en un pueblo medieval era la Iglesia. Al contrario de lo que se pueda pensar, las casas y las comunidades a menudo carecían de privacidad, por lo que “la iglesia, segura, seca y desierta durante gran parte del día, era el equivalente al asiento trasero de un coche”.

Sin embargo, a la Iglesia medieval no le gustaba el sexo, y a lo largo de esa época se elaboraron numerosas leyes religiosas y proclamas que trataron de restringir cuándo, cómo y con quién se podía mantener relaciones sexuales. A pesar de que se permitía al pueblo tener relaciones sexuales con su cónyuge, la Iglesia sólo aceptaba un tipo de posición: el misionero, basándose en que era la que proporcionaba menor placer a la pareja y la sexualidad tenía como fin absoluto la concepción de la descendencia.

[Tweet «En la Edad Media, la Iglesia sólo aceptaba la posición sexual del Misionero por ofrecer menor placer a la pareja»]

Un aspecto interesante del estudio, muestra el tipo de hombre que preferían las mujeres en la Edad Media. En el siglo XIII al sur de Francia, el rabino Isaac ben Yedaiah apunta que los hombres circuncidados deben asegurarse de que sus mujeres no se acuesten con hombres que no lo están, ya que “gracias al prepucio, que es una barrera para la eyaculación, el hombre tiene más aguante y hace que la mujer sienta más placer y llegue al orgasmo primero”.

Curiosidades sobre el sexo en la Edad Media.
Curiosidades sobre el sexo en la Edad Media.

Entre los siglos XII y XIV eran populares unos cuentos conocidos como fabliaux que fueron muy conocidos en Francia. Los fabliaux eran historias cómicas que solían incluir a esposas y otras mujeres teniendo aventuras sexuales con una gran variedad de hombres. Las historias incluyen: «La doncella que no podía oír joder«, «El caballero que hizo a los coños hablar«, «El sacerdote al que se le puso tiesa» y «Berangier el del Largo Cabrón«.

Respecto a la prostitución, se consideraba un acto pecaminoso, pero en las zonas urbanas de toda Europa medieval fue tolerada como un mal necesario. Algunos de los reglamentos sobre la prostitución todavía viven, como los “Reglamentos relativos a la Vivienda de las Prostitutas en los Burdeles”, que forma parte de las ordenanzas de la ciudad de Núremberg desde 1470.

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1 comentario

  1. Este es un artículo excelente, demasiado importante para que la sociedad actual se dé cuenta, que se vive, se convive con vicios medievales, es muy poco el avance ético, moral, cultural y filosófico que se ha alcanzado.
    Vivimos en una sociedad de doble moral, hipócrita, santurrona, mojigata, sumisa, farisea y por ello subdesarrollada.

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