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Seguro que tienes claro que la mayonesa proviene de Mahón, la salsa boloñesa proviene de Bolonia, y la salsa napolitana se originó en Nápoles.
Pero no toda la comida que comemos nos lo pone tan fácil para conocer sus orígenes con exactitud, y, en ocasiones, se encuentran bastante envueltos entre el misterio y la leyenda.
Resulta bastante interesante tratar de trazar los orígenes de algunos alimentos para comprender un poco mejor cómo se fueron expandiendo a lo largo del mundo, y cómo fueron cambiando los hábitos de su consumo a medida que fueron entrando en contacto con sociedades diferentes.
Los orígenes del café
El cultivo del café se encuentra tan extendido en América Latina que mucha gente piensa que es originario de allí, pero lo cierto es que el café solo llegó a América en una instancia bastante tardía de su desarrollo.
Los orígenes del café se encuentran repartidos entre África y Asia, ya que al parecer los primeros registros que se tienen de sus cepas más antiguas lo sitúan entre Etiopía y Yemen.
Es justo aquí, en torno al estrecho de Bab-el-Mandeb, donde parece haberse originado el café, y por eso a día de hoy tanto Etiopía como Yemen, Eritrea y Djibouti cuentan con la mayor variedad genética de cepas de café en su territorio.
El café fue pronto adoptado por el mundo árabe y se extendió posteriormente a Europa a través de las diferentes rutas comerciales en torno al Mediterráneo.
La primera cafetería de estilo occidental apareció entonces en Venecia, como consecuencia de la primacía de esta ciudad en el comercio regional. Fue a partir de aquí que el café terminó por conquistar el mundo, y ahora es una de las bebidas más populares del globo.
Los plátanos provienen del sureste asiático
Nuevamente, nos resulta familiar la imagen de cultivadores de plátanos caribeños trabajando en las plataneras bajo el sol.
Sin embargo, esta imagen vuelve a ser históricamente equívoca, y en parte responde a nuestro propio desconocimiento de la historia del sureste asiático, que es el lugar donde realmente surgieron los plátanos.
Seguro que has visto en alguna ocasión esas imágenes que circulan por internet comparando un plátano de hace 5000 años con un plátano actual.
Cabe subrayar que la fotografía del plátano de hace 5000 años no fue tomada en aquel entonces, y tampoco se produjo ningún viaje en el tiempo para poder hacerla. Simplemente, este tipo de variedades de plátano sin domesticar todavía pueden encontrarse en la isla de Papua Nueva Guinea.
Se cree que es aquí donde el plátano comenzó a domesticarse hace aproximadamente 10.000 años, y llegó a las costas asiáticas varios milenios después a través del comercio.
Debido a su dificultad para cultivarlo en Europa, los plátanos no se popularizaron en el viejo continente hasta mucho después. Sin embargo, sí que se pudo introducir su cultivo tanto en África como en América Latina.
El té no es inglés, aunque pueda parecerlo
Por más que en Inglaterra se haya popularizado la imagen del té como un producto británico, la historia nos enseña que deberíamos desconfiar un poco de las cosas que súbitamente se popularizaron en Inglaterra de un siglo para otro: por ejemplo, el British Museum.
De forma similar a lo que ocurre con las esculturas del Partenón o la piedra Rosetta, el té no es inglés y simplemente triunfó en Inglaterra como resultado del comercio con las regiones de las que es originario. Y estas regiones, de nuevo, se encuentran en Asia.
En concreto, el té parece ser originario de China, y llegó primero al sureste asiático a través de diferentes rutas de comercio locales.
En el siglo XVII, Portugal dominaba el comercio con esta región, y sucede que la esposa del rey Carlos II de Inglaterra era portuguesa. Fue así como el té pasó a popularizarse en la corte de Londres, y el resto de la historia seguro que ya la conoces.
Hoy, el té es tan popular que puedes encontrarlo en cualquier supermercado, y basta con revisar el folleto Dia para descubrir la enorme variedad de tes que tienes a tu disposición.
En el supermercado Dia puedes conseguir un estuche con 25 bolsitas de té verde por solo 1 €, o, si prefieres el té de Hornimans, la caja con 20 bolsitas está a tu disposición por apenas 2,89 €. Además, también puedes conseguir café capuccino en botella por solo 0,95 €, o una caja de 20 cápsulas de café descafeinado Saimaza por solo 5,19 €.
Los orígenes del trigo son los orígenes de la civilización
Aunque el trigo se ha convertido en el cereal más popular en Europa, no es originario del viejo continente. Y tampoco es originario del Cáucaso, a diferencia de lo que mucha gente tiende a pensar.
Los orígenes del trigo se remontan a los principios de la civilización en Mesopotamia, y, en este sentido, el trigo es el cereal que dio origen a las primeras ciudades.
Además de ser un excelente alimento –al menos, para quienes no tienen alergia al gluten–, el trigo también permitió la fermentación de cerveza en el Antiguo Egipto, y desde allí se extendió a Europa a través del Mediterráneo. Por eso, la próxima vez que te tomes una Estrella o una San Miguel, puedes recordar por un momento a los antiguos sumerios y agradecerles por haber cultivado el trigo en primera instancia.
