Descubren en China el fósil de un enantiornita, un antiguo y diminuto pájaro que tenía un cráneo similar al del tiranosaurio

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Un grupo de investigadores del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de Pekín publicó esta semana en la revista científica Nature Communications un estudio en el que analizaron el fósil de una pequeña ave que vivió hace unos 120 millones de años y concluyeron que su cráneo era muy similar al del tiranosaurio, pese a la descomunal diferencia de tamaño entre ambas especies.

El fósil fue recientemente descubierto en un lago poco profundo de la provincia china de Liaoning y fue sometido a una tomografía computarizada para crear una reconstrucción digital en 3D de su esqueleto.

Los científicos determinaron que el cráneo (de solo dos centímetros de largo) comparte numerosas características funcionales y estructurales con el del ‘Tyrannosaurus rex‘, uno de los depredadores más grandes y peligrosos del período Cretácico.

Esto indica que las aves antiguas aún conservaban numerosas características de sus ancestros dinosaurios.

A través de la reconstrucción detallada del árbol genealógico del pájaro fosilizado, los investigadores determinaron que el espécimen pertenece a un grupo extinto de aves llamadas enantiornitas, conocidas también como ‘aves opuestas’ debido a que la estructura de huesos como la escápula y el coracoides están orientados de forma opuesta al de las aves modernas.

Se trató del grupo de aves más diverso de la época de los dinosaurios, en el período Cretácico, entre 145 millones y 66 millones de años atrás. Sus fósiles han sido encontrado en todo el mundo, indicando que era un grupo muy diverso y ampliamente distribuido.

La característica fundamental que diferencia el cráneo del espécimen al cráneo de las aves modernas es su hueso cuadrado.

En las aves modernas, este hueso permite que las valvas superior e inferior del pico pueden moverse de forma simultánea, algo que se conoce como cráneo cinético.

Sin embargo, el cráneo del fósil recién encontrado, así como el del tiranosaurio y otros como los troodóntidos y los dromeosaurios (dinosaurios con plumas de los que se cree que evolucionaron las aves modernas) no era cinético; en cambio, sus huesos estaban ‘bloqueados’ y no podían moverse.

Además, el equipo de investigadores demostró que esta nueva especie tiene dos arcos óseos para la unión de los músculos de las mandíbulas, como los que se encuentran en lagartos, caimanes y dinosaurios, lo que hace que la parte posterior del cráneo sea rígida y resistente al movimiento entre los huesos.

Los resultados también muestran que la forma del hueso basofenoides y sus conexiones con otros huesos del cráneo se parece a la de los dromeosaurios en lugar de a la de las aves modernas.

«Tener un cráneo de ‘dinosaurio’ en el cuerpo de un ave ciertamente no impidió que las enantiornitinas y otras aves tempranas alcanzaran un gran éxito en lugares de todo el mundo durante decenas de millones de años», aseguró Wang Min, autor principal del estudio.

Como conclusión, los investigadores subrayan que estos descubrimientos refuerzan la idea de que las aves no solo son dinosaurios vivos, sino que evolucionaron a partir de la rama de dinosaurios que incluye a troodóntidos y dromeosaurios como el inteligente velociraptor, bien conocido en la cultura popular por la saga ‘Parque Jurásico‘.

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