Al norte de Sudán un equipo de arqueólogos polacos ha descubierto varias herramientas de hueso, las cuales fueron utilizadas para extraer sangre de las vacas a la manera que hacen los actuales Masais; este descubrimiento fue realizado cuando los investigadores querían saber si la ganadería fue autóctona o si provino del Medio Oriente.
El hallazgo se produjo en un cementerio en el área de Letti, donde los arqueólogos encontraron una fosa funeraria donde yacían los restos de un anciano junto a varios fragmentos de piel animal pintada de ocre, rastros de este material y cinco huesos afilados en forma de embudo.
Los arqueólogos determinaron que debido a la forma de los huesos lo más probable es que se utilizaran para hacer sangrar a las vacas, de una manera en que el animal no sufriera consecuencias, con la finalidad de beber su sangre en ceremonias especiales, tal como hace hoy en día el pueblo masai.
Otro de los hallazgos encontrados en el lugar, es el de un hombre colocado en posición fetal con una herida en el cráneo que no fue curada, lo que denota que esta herida está relacionada con la causa de su muerte.
Lo interesante de esta herida es que parece apuntar a un procedimiento quirúrgico, probablemente utilizando herramientas similares.