Un fragmento de una máscara utilizada para eventos culturales entre el oeste de Japón y China ha sido recientemente descubierta. De acuerdo con el consejo de educación de la ciudad de Sakurai, la máscara fue desenterrada en el sitio arqueológico Daifuku que data de la segunda mitad del siglo II.
Estos datos hacen que sea la máscara más antigua hasta ahora encontrada en Japón. Los restos hallados únicamente pertenecen al lado izquierdo de lo que hubiese sido la máscara en su totalidad. Hecha de madera de pino, tiene unas dimensiones de 23 centímetros de largo, 7 de ancho y 5 milímetros de espesor y no contiene ningún pigmento o coloración.
En su superficie la máscara tiene dos agujeros de diferentes tamaños, se piensa que el más grande pertenecería al ojo y el más pequeño, situado en el lateral, correspondería a la zona por donde se introducía la cadena para ser posteriormente colgada.
Parecida a la máscara encontrada en Makimuku, a tan solo tres kilómetros el norte, ambas son muy parecidas y resultaron ser utilizadas por magos, según describe un antiguo texto chino perteneciente a la dinastía Zhou, en ritos de exorcismo en los que además de la máscara mantenían una lanza y un escudo en las manos.