El famoso par de esculturas monumentales cercano a Luxor no destaca precisamente por su buen estado de conservación. La misión arqueológica en lo poco que se conserva del templo del faraón Amenofis III, encabezada por el afamado egiptólogo Horig Sourouzian, ha desenterrado una serie de bloques de cuarzo que se desprendieron de uno de los Colosos durante el terremoto que asoló el templo.
Los bloques, según han informado las autoridades egipcias, pertenecen al Coloso que se encuentra ubicado al norte y representan parte de su brazo, del cinturón policromado y del schenti o faldilla real plegada.
Los Colosos de Memnón son considerados uno de los más importantes productos del arte escultórico del Imperio Nuevo egipcio. Representan a Amenofis III en posición sedente, hierática, como es propio de las representaciones humanas egipcias, con las manos reposando sobre las rodillas y mirada dirigida hacia el este. Se esculpieron para decorar la fastuosa entrada del templo dedicado a este faraón, que fue arrasado en el año 27 a.C. por un terremoto, según cuenta el geógrafo griego Estrabón.