Descubren un pueblo indígena de 500 años de edad en Morganton

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Víctor Muñoz Fernández
Apasionado por la Historia, es licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Desde pequeño le encantaba la Historia y acabó por explorar sobre todo los siglos XVIII, XIX y XX.

Investigadores norteamericanos han descubierto un antiguo pueblo indígena perteneciente a los nativos americanos. Se trata de un lugar en las orillas del río Catawba, en lo que hoy es Morganton (Estados Unidos), que fue habitado hace 500 años. La investigación corre a cargo de los arqueólogos Sam Avery, Emma Richardson, Abra Johgart y David Moore.

Especialistas que trabajan en la villa indígena de 500 años en Morganton

Según Richardson, el asentamiento estaba rodeado por una empalizada de madera y los edificios se situaban en lo que ahora es un floreciente prado. Eran una civilización trabajadora que vería cambiada su vida con la llegada de los españoles en el siglo XVI.

Las autoridades pretenden reflejar este choque de culturas creando un proyecto de “historia viva” en el lugar que ocupó la aldea y que hoy en día es el “Parque de las Praderas de Catawba de Morganton”. Esto será la primera fase del llamado “Centro Arqueológico Interpretativo de las Praderas de Catawba”, que tiene como fin mostrar a los primeros nativos americanos y a los exploradores españoles que vivían en la época, años antes de que los ingleses se asentaran en Carolina del Norte.

El centro de exhibición contará también con los objetos encontrados en un poblado indígena llamado Joara y en una fortaleza construida por el explorador español Juan Pardo en 1567. Los expertos creen que la fortaleza fue el primer asentamiento europeo en el interior de los Estados Unidos. Desde 1986, los arqueólogos han trabajado allí y han encontrado miles de objetos de valor.

Richardson encabezó la investigación del asentamiento de Joara y defiende la importancia de la construcción del nuevo centro: “Esto no es sólo la historia de Carolina del Norte, sino que también es la de Estados Unidos. El nuevo centro dará a la gente una idea de cómo se vivía en esta zona hace 500 años. Hará que la historia sea un poco más real”.

El área de historia viva tendrá réplicas de dos edificios de nativos americanos que serán accesibles al público. También se volverá a levantar la empalizada de madera y se sembrará el jardín, puesto que quieren darle el aspecto más real posible. Por ese motivo, los quioscos incluirán información interpretativa para los visitantes del centro. Se calcula que, en total, estas construcciones costarán 150.000 dólares y tardarán dos años en edificarse.

Por su parte, la exposición se utilizará también para realizar talleres públicos sobre arqueología y la cultura nativa americana. Los visitantes también podrán ver en directo la zona donde se esté llevando a cabo la investigación arqueológica en ese momento. El presidente de la fundación, Sam Avery, comenta: “Esto será muy bueno para nuestra comunidad. Estamos aprendiendo cómo sacar provecho a estos bienes patrimoniales y es algo que tenemos que mejorar, ya que el patrimonio del turismo es una fuerza que la gente realmente disfruta”.

También destaca la importancia del proyecto en términos económicos: “Es una combinación perfecta para nosotros. Creemos que este proyecto ayudará a nuestra economía. Hemos perdido mucho en los últimos diez años: el empleo y la población. Esto no va a reflotar todos los barcos, pero es un buen comienzo”.

Los expertos esperan que los descubrimientos que han realizado en el condado, puedan arrojar luz sobre la colonización europea de América del Norte, incluyendo los viajes de conquistador español Hernando de Soto, descubridor del río Mississippi. En concreto, se espera que ayude a resolver la disputa que surgió varios años atrás sobre los viajes del conquistador, ya que hay documentos de Juan Pardo que mencionan “pueblos perdidos de indios”, como Joara, y también nombran el lugar donde Pardo construyó el Fuerte de San Juan.

En 1997, usando un dispositivo que muestra las características magnéticas de la tierra, los expertos encontraron cuatro edificios quemados enterrados dos a tres pies en la tierra en el sitio de Berry. A medida que más artefactos se presentaron, estaban convencidos de que habían encontrado los restos del Fuerte de San Juan.

El profesor asistente de antropología en la Universidad Warren Wilson y co-director del proyecto del sitio Berry, David Moore, comenzó a investigar las Praderas de Catawba en 2004. El investigador comenzó a excavar, ya que era un lugar en el que nunca se habían realizado ningún tipo de prospecciones. Encontró los restos de un edificio calcinado y otras pruebas de que se trataba de “un pueblo importante”. Sobre el centro de interpretación opina: “Un lugar arqueológico tan importante es el lugar perfecto para construir el centro”.

Aunque también es consciente de que será un trabajo muy laborioso que durará muchos años, sabe que merecerá la pena el esfuerzo: “Los visitantes podrán aprender acerca de la llegada de los europeos, el comienzo de la expansión colonial y como se alteró la forma de vida que los nativos americanos habían llevado durante siglos. Es una forma de meterle mano a la historia”. Para el arqueólogo, la importancia de este nuevo centro radica en que no sólo expone objetos, sino que te muestra construcciones, de forma que todo es tangible y “real”.

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