Desentierran un mundo perdido previo a los dinosaurios

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Noemí Álvarez
Madrileña o cántabra. Calculadora o impulsiva. Soñadora o realista. 23 años ó 12. Fútbol o tiendas. Periodismo veraz. Hay que conocer la historia en profundidad, es la única forma de no cometer los mismos errores del pasado

restos fosiles arizona

En una alta cresta del Parque Nacional del Bosque Petrificado de Arizona, el paleontólogo Paul Olsen toma asiento en el tronco caído de un árbol de 215 millones de años de edad, ahora convertido en piedra.

El árbol se había erguido a 20 o 30 metros por encima de un paisaje fluvial lleno de una fauna particular: las primeras especies de dinosaurios. Desde este punto Olsen puede estudiarlos restos del  mundo perdido: kilómetros de badlands donde los sedimentos acumulados durante millones de años han ido erosionando hacia abajo para exponer secciones transversales de rocas brillantes.

Los árboles petrificados dispersos a través del paisaje son sólo fósiles más evidentes. Probablemente sea el tesoro más rico del mundo, rocas del Triásico tardío; cuando los dinosaurios y los primeros mamíferos tienen su ciclo evolutivo.

El Triásico fue además un mundo invernadero del que Olsen cree que puede haber mucho que aprender para nuestro propio tiempo.

Los científicos han estado excavando en la zona desde 1850; pero aún queda mucho por conocer acerca de ciertos momentos puntuales del Triásico tardío. Paul Olsen es co-líder de un equipo que está perforando un pozo profundo en las rocas. Con ello se espera reunir un registro que no sólo le ayudará a escribir una historia fiable de aquél momento, sino que también arrojará luz acerca de cómo funcionan los ciclos climáticos naturales y cómo afectan a los ecosistemas. Esto a su vez hará avanzar a los científicos en sus evaluaciones sobre las perspectivas de los cambios inducidos por el hombre.

«Incluso en esta zona de rocas es difícil armar una secuencia exacta de los acontecimientos  a partir de lo que se ve«, dice Olsen. Las capas profundas son inaccesibles desde la superficie y la erosión ha mezclado elementos por lo que resulta imposible ver cómo se relacionan entre sí y cuando fue formada cada capa.

Sin embargo, debido a la riqueza de fósiles y de la gran cantidad de estudios que ya se han practicado «Este es un lugar en el mundo, donde mediante la resolución de los horarios exactos de los acontecimientos, podemos hacer preguntas muy específicas acerca de cómo funcionan los sistemas de la tierra. Entender ambientes antiguos nos da fuertes indicios de los futuros. De hecho, es la única manera de probar nuestros modelos climáticos” sostiene Olsen.

montañas arizona

Olsen cree que todo tipo de preguntas pueden ser contestadas en este lugar. Por una parte, el núcleo debería permitir a los científicos averiguar el tiempo de los cambios repetidos de temperatura y las precipitaciones causadas por cambios periódicos en la órbita de la Tierra; y si tales cambios operaron en el mismo tiempo durante el Triásico como lo hicieron en los últimos tiempos.

Olsen y sus colegas han documentado estos ciclos a través de las rocas del Triásico, pero estas rocas no tienen algunos minerales que permiten a los ciclos colocarse en el tiempo absoluto.

«Si podemos demostrar que la escala de tiempo de Newark es correcta, podemos calibrar empíricamente el comportamiento del sistema solar«, explica Olsen.

El proyecto es una colaboración entre la Universidad de Rutgers, las Universidades de Arizona, Texas y Utah y otras instituciones. La perforación se hizo entre noviembre y diciembre de 2013. El agujero más profundo parece llegar al inicio del Triásico. En los próximos meses se examinarán los núcleos en varios laboratorios que utilizan tomografías, análisis químicos, el magnetismo y fotografías de alta resolución.  Las cenizas de las erupciones volcánicas repetidas son conocidas por acentuar las capas sedimentarias, estas cenizas contienes granos minerales con isótopos radiactivos que pueden ser analizados para obtener edades absolutas.

El equipo espera que este sea el primero de una media docena de sitios en un estudio más amplio propuesto llamado la Meseta Coring Proyecto Colorado. El objetivo es el  estudio de la región de cuatro esquinas que abarca Colorado, Arizona, Utah y Nuevo México, y  que comparten muchas de las mismas formaciones rocosas. Una cosa que el nuevo núcleo no abordará es la aparente extinción masiva repentina que terminó el Triásico, hace poco fechado hace 201.600.000 años.

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