El ADN sigue a los antiguos agricultores mediterráneos hasta Escandinavia

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María Santiago
Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, desde pequeña me he sentido atraída por el mundo de la información y la producción audiovisual. Pasión por informar y ser informada de cuanto acontece en cada rincón del planeta. Asimismo, gusto por formar parte en la creación de un producto audiovisual que posteriormente entretendrá o informará a la gente. Entre mis intereses se encuentran el cine, la fotografía, el medio ambiente y, ante todo, la historia. Considero fundamental conocer el origen de la cosas para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos. Interés especial en curiosidades, misterios y sucesos anecdóticos de nuestra historia.

El perfil genético de los europeos modernos podría haber sido cultivado parcialmente por los primeros agricultores del Mediterráneo que se trasladaron a lo que hoy es Escandinavia, donde se mezclaron con residentes cazadores y recolectores.

El ADN tomado de esqueletos de 5000 años de antigüedad desenterrados previamente en Suecia, revelan un escenario en el que los agrícolas recién llegados del sur se cruzaron con los cazadores y recolectores del norte, dice un estudiante de posgrado de evolución genética Pontus Skoglund de la Universidad de Uppsala en Suecia y sus colegas. Sus hallazgos podrían incluirse en el plano de las primeras migraciones de los agricultores en Europa, que a menudo incluían interacciones con los cazadores y recolectores locales.

Esqueletos desenterrados en Suecia

Las muestras de ADN extraídas de los restos enterrados de un antiguo agricultor en el sur de Suecia, presentan variaciones genéticas más cercanas a aquellas encontradas en gente que vive actualmente en Grecia y Chipre, según el reportaje científico Science del 27 de abril. El ADN obtenido de los huesos de tres cazadores y recolectores enterrados en una isla frente a la costa de Suecia, contiene variantes genéticas distintivas que se parecen a las de los nativos finlandeses.

La mayoría de los europeos de hoy en día poseen disposiciones genéticas de entre el agricultor muerto hace mucho tiempo y sus vecinos cazadores y recolectores, según ha encontrado el equipo de Skoglund. La cría entre los cultivadores y recolectores han contribuido al mapa genético actual, según proponen los investigadores.

Nuestros datos sugieren que los agricultores europeos del norte fueron originarios de la Europa mediterránea y eran genéticamente distintos de los cazadores y recolectores de hace 5000 años”, dice el coautor del estudio y el genetista de la evolución Mattias Jakobsoon, de la Universidad de Uppsala.

El ADN antiguo en los nuevos análisis proviene de núcleos celulares, una forma de material genético heredado de ambos padres. Los investigadores han aislado y estudiado desde el 1 al 3 por ciento del genoma nuclear de cada individuo estudiado.

Jakobsson dice que las nuevas pruebas de evidencias de ADN nuclear desafían la investigación de 2010 que extraían genes de los restos de miembros de la cultura de Europa central de hace 7000 años hasta de residentes actuales de Turquía y zonas del este. Este estudio, liderado por el paleobiólogo Wolfgang Haak de la Universidad de Adelaide en Australia, examinó la herencia materna de ADN de estructuras celulares llamadas mitocondrias y el cromosoma Y heredado del padre.

Hallazgos arqueológicos señalan numerosas rutas de los agricultores a Europa desde Oriente Medio, dice Haak. Un grupo de agricultura con base mediterránea podría haber llegado a Escandinavia entre 1000 y 2000 años después de la expansión inicial de los agricultores de más al este del centro de Europa, sugiere. El aumento de la agricultura “no era desde luego un proceso uniforme en toda Europa”, dice Haak.

Los investigadores generalmente están de acuerdo que la agricultura se originó hace 11.000 años en Oriente Medio y llegó a Europa hace unos 7000 años. El debate gira en torno al avance de los agricultores y su mezcla con los cazadores y recolectores europeos o las prácticas comerciales y culturales con los grupos nativos que se ocupaban de la agricultura.

Los enlaces de ADN entre los antiguos agricultores suecos y los cercanos cazadores y recolectores, muestran que la agricultura se extendió por toda Europa con la ayuda de la genética y los intercambios culturales, dice Jakobsson.

Science News

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