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El deporte siempre ha estado arraigado al desarrollo de las culturas. Los registros históricos revelan que, en las diferentes épocas y sociedades, las personas idearon maneras de ejercitarse y competir en múltiples disciplinas, sea en espacios cerrados o al aire libre.
Sin embargo, fueron los antiguos griegos quienes hicieron del deporte una actividad que calzó en lo artístico y que, además, fungió como filosofía de vida para los individuos.
Siendo así, cabe interrogarse: ¿Qué tan fuerte fue el vínculo entre deporte y la vida de los antiguos griegos? ¿Qué deportes fueron los más practicados y difundidos en las sociedades helénicas?
Deporte en Grecia: arte y filosofía de vida
En la Antigua Grecia hubieron filósofos que no solamente se dedicaron a reflexionar sobre problemáticas relacionadas a la política o la moral, sino que también ahondaron en el significado del deporte para la sociedad.
Platón, por ejemplo, en su célebre Academia de Atenas inculcó a sus alumnos a formarse deportivamente.
Para él, el cultivo del alma iba en paralelo al cultivo del cuerpo: “La educación es el arte de conducir al niño por los caminos de la razón. Su deber consiste en fortalecer el cuerpo tanto como sea posible y en elevar el alma a su más alto grado de perfeccionamiento”.
Al mismo Sócrates se le recuerda por relacionar la belleza del cuerpo con cierta potencialidad para el aprendizaje. ‘Esculpir’ el cuerpo era un arte al que debía dedicarse todo ciudadano y, con ello, rescatar valores como la tenacidad, la perseverancia y la responsabilidad.
Una de las grandes premisas de la filosofía del deporte era incentivar a los jóvenes a alejarse de los vicios y la ociosidad, que en ciudades como Atenas eran muy mal vistas. Forjar una ética sólida a través del deporte fue uno de los principales fundamentos difundidos por los filósofos.
Algunos de los deportes principales
Se sabe que los griegos practicaban muchos deportes al aire libre —como las disciplinas atléticas— y otros tantos en recintos especiales. Básicamente, solo los varones desde muy pequeños eran adiestrados por los mejores maestros en los gimnasios y en los campos abiertos.
A ellos se les enseñaba a lanzar la jabalina y el disco, practicar la lucha ‘libre’ y el pugilato, hacer carreras de caballos y carreras de velocidad, perfeccionar la cacería, entre otros.
Un deporte poco conocido pero muy popular en su época fue el episkyros, una especie de balompié o rugby del que solamente han quedado grabados en cerámica y escasos documentos textuales.
La resistencia del balón de rugby reside en sus pliegues de polialgodón y caucho, pero en la época griega, el balón del episkyros resistía por estar hecho de vejiga de cerdo inflada.
Al ser un juego de equipos, podían participar más de 10 personas por bando. Incluso se cree que, al ser un deporte más popular e informal, se permitía la participación de mujeres.
Las partidas se realizaban en terrenos que hoy podrían compararse con campos de hockey.
