Junto a la enorme cantidad de fósiles, una de las características más importante de la Sima de los Huesos de Atapuerca, en Burgos, es el espléndido estado de los restos encontrados. Están tan bien conservados que los 27 huesos completos de hace 500.000 años han podido ser reconstruidos.
“Esta increíble colección nos permite estimar la altura de especies como el Homo heidelbergensis, que habitaba en Europa durante la época del Pleistoceno Medio”, según explicaba José Miguel Carretero Díaz, investigador del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos y autor del estudio que se ha publicado en el Journal of Human Evolution.
Además, como los huesos estaban completos, los investigadores fueron capaces de determinar si pertenecían a un hombre o una mujer y por lo tanto calcular la altura de esta especie. “Las estimaciones hasta la fecha se basaron en muestras de huesos incompletos, la longitud de los cuales tuvo que ser estimada. También se solían utilizar fórmulas basadas en la población de referencia y ni siquiera estaban seguros de su procedencia”, subrayó el investigador.
Los resultados sugieren que los hombres y las mujeres de la Sima de los Huesos tenían un promedio de altura un poco mayor que los hombres y mujeres de Neandertal. La altura de estas dos especies es similar a la de la población de hoy en día situada en latitudes medias, como en Europa Central y el Mediterráneo.
Según indican, la altura del género Homo se mantuvo más o menos estable durante dos millones de años, hasta que apareció el Homo Sapiens, especie significativamente más alta que cualquier otra que hubiese en el momento. “El Homo Sapiens tenía un cuerpo más delgado, los huesos más ligeros y las piernas más largas”, decía el investigador.
Según los expertos, la mayor ventaja de este nuevo tipo de cuerpo fue el incremento de la resistencia y la energía. Carretero Díaz indicó que “el hecho de tener las piernas más grandes, caderas más estrechas, ser más altos y tener los huesos más ligeros, no sólo significó una reducción del peso corporal, sino que supuso la capacidad de obtener una mayor velocidad ya que el coste energético de mover el cuerpo para caminar o correr era menor”.
