¿Qué fue el Levantamiento del 2 de mayo? El inicio de la Guerra de Independencia Española

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María Santiago
Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, desde pequeña me he sentido atraída por el mundo de la información y la producción audiovisual. Pasión por informar y ser informada de cuanto acontece en cada rincón del planeta. Asimismo, gusto por formar parte en la creación de un producto audiovisual que posteriormente entretendrá o informará a la gente. Entre mis intereses se encuentran el cine, la fotografía, el medio ambiente y, ante todo, la historia. Considero fundamental conocer el origen de la cosas para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos. Interés especial en curiosidades, misterios y sucesos anecdóticos de nuestra historia.

Si hubo un evento en el que todo el pueblo madrileño estuvo unido fue el levantamiento del 2 de mayo. Con España invadida por el ejército francés, el pueblo, harto de los abusos que ejercía el invasor, decidió plantarle cara y luchar por su libertad.

Comencemos por los antecedentes. España se encontraba en una situación política bastante delicada. Lo más destacado es el enfrentamiento que existía entre Carlos IV y su hijo Fernando, que acabó con el motín de Aranjuez y la renuncia al trono en favor de Fernando por parte del rey, convirtiendo a su hijo en Fernando VII.

Napoleón Bonaparte se encontraba tratando de anexionar naciones a su imperio y en lugar de recurrir a España para que fuese su aliada, decidió invadirla aprovechando su inestabilidad política.

Para ello urdiría un plan que consistía en pedir permiso a España para atravesar su territorio y así poder invadir Portugal, fiel aliado de Inglaterra. Gracias a ello conseguiría controlar ambos países.

El 27 de octubre de 1807 se firmó el tratado de Fontainebleau que permitiría el paso de las tropas francesas.

El 23 de marzo de 1808 Murat ocupó Madrid. Debido a ello, Carlos IV y Fernando VII debían dejar la capital y acudir a presencia de Napoleón para poder aclarar la situación.

La abdicación de Bayona. ¿Qué fue?

Ya en Bayona, son retenidos por el emperador. Allí Fernando VII es obligado a abdicar en su padre, Carlos IV, para que después éste lo haga en Napoleón, lo que le legitima a poner en el trono español a un monarca de su elección para así asegurarse de la lealtad de la nación. Para tal puesto escogió ni más ni menos que a su hermano José Bonaparte.

Tras este acontecimiento y observando el comportamiento de las tropas francesas en territorio español, la población comienza a tener conciencia de que realmente no están de paso, sino que están invadiendo el país.

Poco a poco van tomando ciudades y plazas fuertes, abusan de la hospitalidad de las gentes y controlan los depósitos de munición y armamento, lo que deja al pueblo completamente indefenso.

El traslado de la familia real a Francia

Además, Napoleón decide ser precavido y ordena que toda la familia real española sea trasladada a Francia para evitar que cualquiera de ellos pudiese reclamar su derecho al trono. Éstos son Antonio, Francisco y la Reina de Etruria.

El encargado de tal misión sería Murat. El día para llevarla a cabo sería el 2 de mayo.

A primeras horas de la mañana comienzan los preparativos para el traslado de los infantes a Bayona, donde se encontraban recluidos el rey y su heredero.

Se preparan varios carruajes que irían escoltados por la caballería al mando de Lagrange. La noticia corre como la pólvora por las calles de la ciudad y los habitantes acuden a los alrededores del Palacio Real.

Defensa en el parque de Monteleón

El Levantamiento del 2 Mayo, inicio de la Guerra de Independencia

Algunos de los ciudadanos empezaron a enfrentarse a los soldados franceses. Tras la aparición del infante Francisco de Paula, al grito de ‘¡Nos lo llevan!’ el pueblo se enfrentó contra las tropas francesas para impedir el traslado de los miembros de la familia real.

Debido al alboroto, Murat, que se alojaba cerca del palacio, escucha el jaleo procedente de los encontronazos y ordena a la Guardia Imperial que los despache.

Con varios cañones ligeros de campaña, los soldados abren fuego contra los allí congregados. Esto no hizo más que enfurecer más a los madrileños, que al grito de ‘¡Muerte a los franceses!’ se enzarzaría en una lucha que duraría horas.

A pesar de no contar con armas, los ciudadanos se hacen con todo tipo de objetos que les puedan servir como tales, como palos, navajas o trabucos, y empiezan a congregarse en puntos clave de la ciudad como la Puerta del Sol.

A su paso se van enfrentando con las tropas francesas que iban encontrando por el camino.

Los presos de la cárcel de Madrid incluso piden al alcalde que les deje acudir a ayudar con la condición de que volverían tras el enfrentamiento.

Todo ello tendría graves consecuencias ya que debido a la ira no son conscientes del número de soldados que se halla en la capital, que asciende a mas de 30.000.

Pero no todo el pueblo se rebeló. Debido a la superioridad numérica, el Capitán General de Madrid, Francisco Negrete, al ver que el número de tropas españolas en la ciudad apenas contaba con 3.000 hombres decide cerrar las puertas de los cuarteles, dejando a los ciudadanos solos ante el ejército francés.

Asimismo, la Junta Suprema de Gobierno también decide no intervenir tratando de evitar el baño de sangre que se avecinaba. Todo ello fue considerado como un acto de cobardía por el pueblo.

Tras el comienzo de los ataques, Murat ordena a sus soldados que terminen con la rebelión de cualquier manera posible. Lo primero que se hace es tratar de hacerse con el control de la ciudad situando patrullas en puntos clave como la calle de Alcalá, la Puerta de Toledo, la Calle Mayor, la Carrera de San Jerónimo, Montera, Fuencarral, la Puerta del Sol, el Paseo del Prado o los cuarteles militares.

Pero desde luego, los mayores enfrentamientos se llevan a cabo en el corazón de la ciudad, la Puerta del Sol.

Los franceses ordenan acudir a las unidades compuestas por mamelucos, dragones franceses y lanceros polacos para hacer frente a la gente, ya que no tenían piedad ni con las mujeres ni los niños, mataban a todo aquel que encontrasen a su paso.

Mas tarde aparecería la infantería apoyada por la artillería. Francisco de Goya, que vivía cerca del lugar, es testigo directo de la crueldad que tiene lugar y decide plasmarlo en sus pinturas.

Monumento a Daoiz y Velarde

A pesar de conseguir calmar las revueltas en las calles, hay un lugar que resiste hasta el final. Se trata del Parque de Artillería del Palacio de Monteleón, donde los ciudadanos acuden para pedir armas para poder defenderse.

La acción de Pedro Velarde y Luis Daoiz

Pedro Velarde y Luis Daoiz se encuentran allí y desobedeciendo las órdenes de sus superiores, deciden proveer de armas a los madrileños, permitiéndoles el acceso al recinto.

Entre los dos se dividen el mando de los que allí se encuentran. Daoiz asume el mando de soldados, en tanto que Velarde se encargaría de dirigir a los civiles que habían entrado.

Entre todos preparan la defensa del cuartel, posicionando cañones en la entrada al recinto.

Al llegar las tropas francesas, el general Lafranc pide una rendición incondicional, pero los sublevados hacen caso omiso.

Las tropas de Westfalia se enfrentan a los sublevados, lo que causa un alto número de víctimas por los disparos y cañonazos.

Tras este ataque, se produce la lucha cuerpo a cuerpo que terminaría cuando todos los defensores del parque hubiesen muerto hacia el mediodía.

Fusilamientos del 3 de mayo, por Goya

La represión es terrible. Murat ordena que toda persona que se encuentre portando armas sea fusilada. Comienzan a arrestar gente en todas las calles de la ciudad y serían fusilados más tarde en lugares como Moncloa, el Prado, el Retiro o la montaña del Príncipe Pío.

Los cuadros de Goya muestran una vez más el horror de aquellos hechos.

Además, el Consejo de Castilla, por orden de Murat, declara ilícita cualquier reunión en sitios públicos.

El número de fallecidos alcanza casi el millar en ambos bandos, aunque en el de los madrileños posiblemente sea mayor debido a la represión posterior.

Sin embargo, la gran consecuencia de los hechos sería que el resto de localidades, según iban teniendo conocimiento de los enfrentamientos, se iban sublevando contra el enemigo invasor, lo que daría lugar a la denominada Guerra de Independencia Española.

Se trata de una guerra en la que la mayor parte de los enfrentamientos se lleva a cabo gracias a escaramuzas del propio pueblo y no tanto por acciones militares.

Imágenes: Dominio Público

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