El préstamo a través del tiempo

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Desde que existe la civilización, la sociedad ha manifestado la necesidad de contar con dinero de forma anticipada, y ha tenido la posibilidad de obtenerlo gracias a la existencia del préstamo.

Esta palabra proviene del latín praestare, conformado por el prefijo prae (antes, delante) y por el verbo stare (estar parado) y se asocia a la entrega de un dinero entre dos partes, donde la que recibe debe devolverlo añadiendo un interés.

Actualidad y orígenes del préstamo

Actualmente, gracias a los avances tecnológicos existen diferentes modos de hacernos con un préstamo adaptado a nuestras expectativas. Uno de ellos es Matchbanker, una empresa online de origen danés que nos permite comparar las condiciones ofrecidas por diversas compañías para solicitar préstamos con ASNEF, y con la cual es posible conseguir el préstamo adecuado según nuestras necesidades y recibirlo con un corto plazo de espera.

Por otro lado, es necesario destacar que los préstamos han existido durante siglos, se han adaptado a diferentes condiciones según las necesidades y recursos de cada época y los bancos no han sido los únicos dedicados a su oferta a cambio de un interés añadido, ya que diferentes comunidades alrededor del mundo se dedicaban a esta actividad, especialmente la comunidad judía.

Se han concretado diferentes hallazgos arqueológicos que prueban la existencia del préstamo en Mesopotamia hace más de tres milenios. De hecho, estos son los registros más antiguos que se han encontrado sobre este intercambio monetario.

Aunque también es cierto que diferentes investigaciones sobre los fenicios han develado que entre los grandes comerciantes de esta cultura existieron convenios y préstamos, pero no se trataba de intercambios de dinero, sino de granos y semillas para evitar la paralización de sus cultivos.

Cuando el cristianismo inició su expansión y el Imperio romano cayó, los préstamos cesaron casi al punto de su desaparición, pues no estaba bien vista la acumulación de fortunas y riquezas.

Pero, con el surgimiento de los primeros bancos en el siglo XV, los préstamos adquirieron cierto aire de formalidad y fue quedando de lado la opción de ceder objetos o prendas importantes para transar únicamente la devolución de lo prestado inicialmente.

Asimismo, con el paso del tiempo la Iglesia permitió ciertas concesiones en torno a los préstamos flexibilizando el cobro de intereses con tasas libres si serían usados para la inversión y el comercio, mientras que se consideraba ilícito el cobro de intereses sobre préstamos dedicados a la subsistencia personal o familiar.

Definitivamente, los préstamos han existido desde que decidimos vivir en comunidades civilizadas y han sido en diferentes ocasiones los impulsores de diferentes economías a lo largo del tiempo.

Foto de The New York Public Library en Unsplash

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