Un equipo de arqueólogos ha encontrado en el noreste de México casi 5.000 pinturas rupestres en miles de rocas y cuevas de la Sierra de San Carlos, en el municipio de Burgos (Tamaulipas).
En ellas aparecen tanto personas como animales, y diversas escenas abstractas y astronómicas, pintados todos ellos en colores amarillo, negro y rojo. “Tienen un grado de conservación impresionante”, expresó la arqueóloga Martha García Sánchez.
Los historiadores y arqueólogos están desconcertados, pues siempre se creyó que esta zona estuvo deshabitada en la antigüedad, aunque este descubrimiento les hace pensar que existió más de un grupo prehistórico de recolectores y cazadores. “La importancia de esto radica en que hemos podido documentar la presencia de grupos prehispánicos en Burgos, donde antes se decía que no había nada”, explicó la arqueóloga.
“En la Cueva de los Caballos —abundó como ejemplo—, registramos más de 1,550 imágenes; pero nos falta analizar el componente cultural de las pinturas porque allí está representado un mitote. En la Cueva del Indio hallamos representaciones de atlatl (arma prehispánica, usada para cazar), lo que tampoco había sido encontrado en el arte rupestre de Tamaulipas”
Aún resta datar las pinturas, algo complejo al no existir ningún documento ni dato de la época, pero tomarán muestras de los pigmentos para poder determinar la fecha de creación a través de radiocarbono o métodos químicos.
Imágenes: INAH