Descubren el caso de cáncer más antiguo en Sudán

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Noemí Álvarez
Madrileña o cántabra. Calculadora o impulsiva. Soñadora o realista. 23 años ó 12. Fútbol o tiendas. Periodismo veraz. Hay que conocer la historia en profundidad, es la única forma de no cometer los mismos errores del pasado

femur cancer 3000 años

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Sudán el esqueleto de un hombre que sufrió cáncer hace más de 3.000 años, lo que convierte al individuo en el caso más antiguo de padecimiento de esta enfermedad.

El estudio de los restos ha revelado evidencias de carcinoma metastásico de un tumor maligno en los tejidos blandos de clavículas, los omóplatos, brazos, vértebras, costillas, pelvis y los huesos de los muslos.

La relevancia de este descubrimiento es que permite a los científicos detectar las causas subyacentes del cáncer en las posibles antiguas. Ello podría dar nuevos conocimientos de gran importancia en lo que se refiere a la evolución del cáncer en el pasado. “Los conocimientos adquiridos a partir restos arqueológicos humanos pueden contribuir en gran medida a la comprensión de la evolución y la historia de muchas enfermedades modernas , un conocimiento que es también muy importante para los médicos y para la investigación actual” señaló Michaela Binder, autora principal del estudio que excavó y examinó el esqueleto.

La investigación fue posible gracias a una donación de la Fundación Leverhulme cuya finalidad era investigar “La salud y la dieta en la antigua Nubia a través del cambio político y el clima”.

El esqueleto es de un hombre adulto de entre 25 o 35 años y ha sido examinado usando radiografía y un microscopio electrónico de barrido. Estos exámenes han desvelado una clara imagen de lítica, que son agujeros destructivos y lesiones en los huesos, y después de los trabajos realizados por expertos de la Universidad de Durham, un diagnóstico de carcinoma metastásico. La forma de las lesiones de los huesos sólo puede corresponder a un cáncer de tejidos blandos, aunque el origen es imposible determinarlo únicamente a través de los huesos.

Sin embargo, se barajan algunas hipótesis relacionadas con factores genéticos, parásitos o la exposición al humo de hogueras. Tampoco se ha podido determinar si el hombre perdió la vida a causa del cáncer. Sí es cierto que la relativa juventud del hombre puede hacer parecer inusual que tan pronto padezca metástasis óseas, pero se desconoce si las causas subyacentes del cáncer humano afecta de la misma forma y a la misma velocidad de la que lo hace actualmente.

esqueleto cancer antiguo
El esqueleto encontrado en Amara West presenta signos de haber padecido carcinoma metastásico.

Anterior a este caso se encontraron dos posibles ejemplos de cáncer metastásico anterior al primer milenio antes de Cristo. No obstante, la procedencia de los restos de excavaciones de principios del siglo XX, en las que sólo se guardaron los cráneos, hace imposible diagnósticos determinantes. Esto convierte al esqueleto de Sudán en el ejemplo más antiguo del mundo de un individuo con cáncer metastásico.

La escasez de pruebas que evidencien firmemente la existencia del cáncer en humanos antiguos ha dado lugar a la idea de que el cáncer es una enfermedad de la vida moderna; atribuido al estilo de vida junto con la esperanza de vida más larga.

Las  vidas más cortas nuestros antepasados y un entorno radicalmente diferente fueron los factores para explicar la ausencia de pruebas de cáncer en la antigüedad. Por otro lado, el diagnóstico de cáncer en esqueletos humanos sigue siendo una tarea compleja debido a que las pequeñas cavidades causadas por la metástasis pueden confundirse muy fácilmente con daños producidos después del fallecimiento o por otras enfermedades, o simplemente pasados por alto.

Del ámbito de la epidemiología y más allá, de la evolución del cáncer en comunidades humanas del pasado se conoce muy poco, si bien existen algunas referencias textuales. El Papiro de Edwin Smith del 1600 a.C. describe la primera referencia conocida en torno a una inflamación parecida a un tumor en la mama. Se piensa que se trata de la primera descripción del cáncer.

El yacimiento de Amara West, donde fue hallado el esqueleto, se encuentra en el Nilo, a 750 kilómetros aguas debajo de la capital de Sudán, Jartum. El asentamiento se fundó en torno al año 1300 antes de Cristo como un nuevo foco administrativo para el control faraónico egipcio de la Alta Nubia.

El proyecto está dirigido por el Museo Británico, con la colaboración de la Corporación Nacional de Antigüedades y Museos de Sudán. Amara West fue una comunidad agrícola con una subsistencia basada en el cultivo de cereales y la ganadería, aunque integrado en el ámbito de negociación faraónico.

El esqueleto fue recuperado en febrero del 2013 de una tumba situada en el cementerio norte oriental de Amara West.

La arquitectura de la tumba demuestra que en aquella época se combinaban los elementos de la cultura faraónica, tales como ataúdes pintados o bienes funerarios; con los de la cultura de Nubia, como un montículo bajo que marque la tumba.

Este descubrimiento resulta muy importante, tanto para el conocimiento del mundo antiguo como para el entendimiento de la epidemiología y  la evolución del cáncer. Los datos obtenidos son valiosos para la contribución del conocimiento de la enfermedad en la actualidad; así como para comprender o averiguar cómo deberían ser desarrolladas las terapias contra el cáncer, uno de los principales problemas de salud en todo el mundo.

Crédito Imágenes: British Museum

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