Un grupo de investigación húngaro realizó un estudio del suelo en un área de Jászág en Hungría, donde hallaron una tumba del siglo I d.C., donde yacía el cuerpo de un hombre de entre 50 a 60 años, junto a diferentes herramientas metálicas que conformaron un equipo médico romano en perfecto estado de conservación.
Es el segundo hallazgo de estas características en Europa, el primero de ellos fue encontrado en la ciudad de Pompeya, por lo que este nuevo kit médico es de suma importancia arqueológica.
Cuando los investigadores estudiaron el hallazgo con mayor profundidad, se percataron del origen romano de las piezas médicas, las cuales fueron guardadas en dos cajas de madera, hallándose junto a ellas residuos de medicinas y una piedra para moler.
Entre los instrumentos encontrados se determinó que servían para hacer fórceps, algunos bisturís junto a varias agujas, determinándose que algunos de estos instrumentos, fueron hechos con una aleación de cobre y poseían hojas reemplazables.
Acerca del hombre que yacía en el ataúd, no se observaron enfermedades o traumatismos que se relacionen a su fallecimiento, aunque el esqueleto será sometido a estudios para determinar su origen.