Tal como han informado en un comunicado hecho público desde el Ministerio de Antigüedades de Egipto, las autoridades del país han hallado una estatua de Amenhotep III después de irrumpir en la vivienda de un traficante de drogas y armas en las proximidades de la localidad de Edfu.
Esta estatua mide 1,50 metros de altura aproximadamente, está esculpida en granito negro y según Nasr Salama, responsable de la zona arqueológica de Asuán, su estado de conservación es muy bueno y que es algo que en ningún momento se hubieran podido llegar a imaginar.
La estatua representa a Amenhotep III, perteneciente a la dinastía XVIII y que reinó en Egipto durante casi cuarenta años, algo no muy común en aquella época donde la esperanza de vida no era demasiado larga.
Gracias a su reinado, el imperio llegó a ganar una gran fama y prosperidad y donde se erigieron infinidad de monumentos, como por ejemplo los Colosos de Memnón, los cuales eran los encargados de custodiar la entrada de su templo mortuorio.
En este caso, la estatua del faraón aparece con la pierna izquierda ligeramente adelantada y los brazos pegados al cuerpo, además se ven unos prominentes hombros, una cintura estrecha, barba ornamental, falda corta y lleva consigo lo que se conoce como menes o tocado funerario.
Otro detalle de importancia es que en la hebilla del cinturón así como en la base y parte posterior de la estatua, aparecen tanto los nombres como los títulos con los que contaba este faraón.
El Ministro de Antigüedades egipcio Mamduh al-Damati, ordenó el traslado de la estatua al museo de Edfu, lugar donde recibirá una profunda restauración para posteriormente ser expuesta en el Museo de Luxor, aunque antes de la restauración se hará un estudio para determinar más datos como su procedencia, aunque se sospecha que fue encontrada durante unas excavaciones ilegales.
