Mientras se realizaban los trabajos de mantenimiento de las carreteras en el distrito de Urzhar, en la región del este de Kazajstán Oblast, se encontró la tumba de una princesa de Saka.
Profesores y alumnos realizaron una expedición que dio como resultado la tumba con los restos de la joven situada a unos 1,70 metros de profundidad. Los objetos encontrados en el lugar certifican que la mujer perteneció a una tribu poco común. Un objeto decorado en oro, con adornos zoomorfos y joyas era parte de la vestimenta oficial que utilizaban los jefes de las tribus Saka, y por ello se piensa que seguramente fuese la hija de un rey de Saka Tigrakhauda.
Vasos de cerámica y madera e incluso huesos pertenecientes al sacrificio de un animal también fueron encontrados en la tumba. En la mujer se han conservado restos de su vestimenta, azul y verde, y unos pendientes cerca de su cabeza.
Según la información proporcionada hasta ahora, la tumba de la princesa dataría de un cuarto o tercio de siglo antes de Cristo.