Los lingotes de hierro poseen cerca de mil años de antigüedad y fueron hallados en un sótano de una casa en Noruega, luego de haber sido enterrados hace cuarenta años, por el padre de la mujer que reportó el descubrimiento.
La mujer cuenta que durante algunas reparaciones domésticas en la década de 1980, su padre había desenterrado el hallazgo en el sótano pero luego de observar los lingotes, decidió enterrarlos nuevamente.
Se tratan de 32 lingotes de hierro que pesan 50 gramos cada uno, los cuales poseen un hueco para unificarlos lo que indica a los investigadores, que pudieron utilizarse como un tipo de moneda.
El hecho de que hayan sido enterrados significa que alguien los dejó allí, con la finalidad de buscarlos posteriormente.