Encuentran los restos de un soldado de Waterloo

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Víctor Muñoz Fernández
Apasionado por la Historia, es licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Desde pequeño le encantaba la Historia y acabó por explorar sobre todo los siglos XVIII, XIX y XX.

El pasado viernes, arqueólogos belgas descubrieron los restos de un soldado que murió durante la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815. El militar fue enterrado bajo tan sólo 15 centímetros de la tierra y la posición del esqueleto sugiere que fue cubierto de tierra por sus compañeros en el lugar en el que cayó. Se trata de algo muy raro, ya que los ejércitos victoriosos retiraron los cadáveres de sus muertos y los franceses fueron enterrados en fosas comunes. Es la primera vez desde hace un siglo que se han encontrado restos humanos en un campo de batalla de Bélgica.

Esqueleto de un soldado de la batalla de Waterloo

El cuerpo del soldado encontrado el pasado viernes estaba enterrado en la sombra de la Colina del León pero, desafortunadamente, su cráneo fue destruido por las excavadoras mecánicas que preparaban el área para las obras de mejora y ampliación del centro de visitantes. El Ministerio de Arqueología de la región de Brabante Valón se hizo cargo del hallazgo y excavó el resto del esqueleto, encontrándolo casi íntegro. Tan sólo falta el cráneo, un pie y algunos huesos de la mano.

Los arqueólogos han encontrado una piedra, una esfera roja y varias monedas en el bolsillo del soldado. Una de ellas era un franco de mediados del año 1811, pero las demás están demasiado corroídas para identificarlas. Aunque su uniforme está en mal estado, los investigadores tienen la esperanza de poder identificar al combatiente caído. El análisis inicial de los huesos indica que tenía alrededor de 20 años, medía 154 centímetros de altura y tenía surcos de abrasión en sus muelas, lo que sugiere que rompía contenedores de pólvora con los dientes.

Se ha encontrado una bala en la caja torácica del soldado

Un artefacto particularmente curioso es una bala de mosquete que se encuentra dentro de la caja torácica del soldado. Se cree que recibió un balazo en el pecho, por lo que tuvo que abandonar la línea del frente. La ubicación del cuerpo está 100 metros detrás de la línea británica, cerca de la enfermería. Es muy poco probable que un soldado francés hubiese caído en esta posición, por lo que el soldado era probablemente británico.

Los ingleses limpiaron los cadáveres de sus soldados del campo de batalla y los enterraron en tierra consagrada. Este hecho hace creer a los arqueólogos que este hombre pudo haber sido pasado por alto debido a que fue enterrado por sus compañeros.

Waterloo era parte del Reino de los Países Bajos en 1815. Por eso, crearon la Colina del León para conmemorar el lugar donde el príncipe de Orange, heredero del trono holandés, fue golpeado en el hombro por la bala de un fusil durante la batalla.

Imágenes: The History Blog

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