
Restos de un antiguo templo perdido de 3.300 años de antigüedad, fundado durante la XVIII Dinastía del faraón Tutmosis II, ha sido desenterrado en Gebel el-Silisilah, una de las canteras más grandes de Egipto, localizada al norte de Aswan.
El templo fue descubierto durante los trabajos de excavación de un equipo de investigación de la Universidad de Lund (Suecia), dirigido por Maria Nilsson y John Ward.
Nilsson ha declarado que han conseguido localizar el templo utilizando un mapa publicado por Borchardt, el que estaba basado en un plano dibujado por Lacovara.
Los restos del templo han demostrado ser una prueba arqueológica de cuatro períodos cronológicos que abarcan a los faraones Tutmosis/Hatshepsut, Amenhotep III, Ramsés II y el período romano, según ha afirmado Nilsson.

El significado del hallazgo es muy importante porque Gebel el-Silsila no era solo un desfiladero sino además se trataba de un lugar sagrado. Los arqueólogos están estudiando ahora el material y produciendo incluso un mapa en 3D. Entre los hallazgos del templo se encuentran diversos abalorios de la XVIII dinastía.