Desde tiempos del emperador Augusto hasta aproximadamente el año 400 d.C., los romanos tenían presencia en Suiza aunque siempre bajo la amenaza de las tribus germánicas de los alamanes, quienes terminaron conquistando este territorio.
Esta constante amenaza llevó a los romanos crear una serie de torres de vigilancia, con el fin de vigilar sus límites constantemente, precaviéndose de cualquier amenaza a las fronteras de sus dominios.
A orillas del río Rin en Suiza en la reserva de Shaaren Am Hochrhein, se encontró recientemente gracias a una excavación, los restos de una antigua torre de vigilancia romana, la cual data del siglo VI d.C.
La excavación del lugar permitió observar los cimientos cuadrados de un edificio romano, que poseía paredes de un metro de espesor, esto con el fin de ser resistentes a cualquier asedio.
Pero en la actualidad, solo es visible el mortero junto a varias piedras que muestran el contorno del antiguo edificio, por lo que a primera vista, este antiguo vestigio romano no fue visto hasta su excavación.
Al interior de la torre de vigilancia, los arqueólogos hallaron el resto de un peroné, un cinturón con la parte de una correa que tiene forma de ánfora, además de una antigua moneda del período del emperador Constantino I.
Un hallazgo que daría la excavación son unas trincheras en forma de V, lo que ha llevado a los investigadores a pensar que dicha estructura debió reforzarse con una empalizada, incluyendo varios edificios de almacenamiento y para guardar los animales.