Durante las excavaciones arqueológicas que las Autoridades de Antigüedades de Israel están llevando a cabo cerca del Muro Occidental, se han encontrado tres ollas de cocina y una lámpara de aceite.
Cerca del Muro de los Lamentos un pequeño pozo salió a la luz durante las excavaciones en el cual sorprendentemente se encontraban en su interior las ollas y la lámpara que al ser estudiadas databan de la época de la Gran Revuelta. Seguramente las personas que lo utilizaron descendieron al interior del pozo para esconderse y alimentarse mientras pasaba el lugar por una época de hambruna.
Durante esos tiempos, la gente de Jerusalén escondía los alimentos por temor a que fueran robados por los rebeldes y por ello se alimentaban en lugares ocultos a los ojos de los demás. Los hombres entraban sin previo aviso en las demás casas con el fin de arrebatarles la comida a sus ocupantes y, a medida que el hambre aumentaba, esta situación empeoraba hasta llegar a la tortura de sus semejantes para poder encontrar un solo grano de trigo.