Un increíble estudio realizado en los Países Bajos ha revelado que una estatua china de Buda datada entre los años 1.050 y 1.150 contiene en realidad los restos de un monje momificado.
El estudio de la momia se llevó a cabo bajo la supervisión de Erik Bruijin, un experto en el campo del arte y la cultura budista y curador invitado en el World Museum de Rotterdam. Varios médicos, entre ellos gastroenterólogos y radiólogos trabajaron con él y revelaron que las cavidades torácicas y abdominales de la momia fueron rellenados con un material aún no identificado, al tiempo que sí se han podido ver restos de papel con caracteres chinos antiguos.
La tomografía computarizada ilustra claramente la estructura esquelética de la momia y los médicos han extraído algunas pequeñas muestras óseas para pruebas de ADN.
Se espera que la investigación del equipo sea publicada en una próxima monografía sobre el tema, en tanto que la momia se encuentra en exhibición hasta mayo de este año en el Museo de Historia Natural de Budapest.