En la localidad española de Cabra, en la provincia de Córdoba, los investigadores a cargo de las excavaciones arqueológicas en la villa romana ubicada en esta locación; han dado con un templo en honor al dios Mitra, convirtiéndose este hallazgo en el tercer templo con estas características en la península ibérica.
Este templo consta de una planta rectangular de unos 7,28 de largo, con 2,52 metros de ancho, permitiendo la entrada a estos aposentos, por una pequeña abertura de 0,88 metros, observándose algunos escalones junto a un depósito de agua, además de percibirse dos bancos de mampostería.
Ambos bancos de mampostería dan una importante idea a los investigadores del lugar, ya que, gracias a ellos, han determinado que estos bancos era donde se sentaban los devotos de Mitra, siendo a su vez, el lugar donde se realizaban los banquetes rituales.
Sobre estos banquetes, los investigadores han señalado que el área del pasillo central del templo contiene numerosos restos de animales cocidos, tales como cerdos, aves o conejos; que fueron utilizados para esta comida ritual.
Varios elementos estructurales del lugar en que se excavó, a saber: la estructura arquitectónica, una hornacina en la cabecera de uno de sus muros, (donde debió estar una escultura del Mitra Tauróctonos) además del depósito de agua; hicieron comprender a los arqueólogos que, ciertamente, el lugar perteneció a un templo dedicado a esta antigua deidad persa.
Varios restos encontrados en la excavación serán sometidos a pruebas de datación, aunque ya se conoce, que esta villa tiene una datación aproximada al siglo II d.C., con una fase de ampliación, la cual se remonta al siglo III d.C.
La localidad de Cabra ha dado varios vestigios de la presencia del culto a Mitra en época romana, tal como sucedió en 1950, cuando se encontró la escultura del Mitra Tauróctonos, que representa al dios Mitra sacrificando un toro que simboliza a la muerte, mientras la deidad observa fijamente hacía arriba, hacía el mundo celeste.
Cuando esta escultura fue encontrada se suscitaron diferentes excavaciones arqueológicas, con la finalidad de encontrar más datos, que ofrecieran una mirada más amplia del hallazgo encontrando en 1950, siendo el descubrimiento de este templo antiguo, una de las mayores revelaciones en la villa romana de Cabra.