Nadie podría imaginar que mediante la instalación de una tubería de agua se pudiera encontrar una estatua de piedra de una cultura mesoamericana de hace más de 1.500 años.
Este hallazgo ocurrió el pasado 21 de mayo en Piedra Labrada un pueblo mexicano cerca de la frontera guatemalteca.
La figura muestra una representación del equipamiento de una persona de la antigua etnia Mixteca (datada sobre el año 940 dC.), practicando un ritual. La escultura consta de una cabeza separada del resto del cuerpo acompañada de un movimiento, los brazos están cruzados en la zona del pecho. Además, la figura está adornada con un casco, una carga sobre su cintura y unos pendientes en las orejas, las llamadas chalchihuites.
La pieza representa el ritual que realizaba ese pueblo mesoamericano donde no significaba solo un deporte sino era apreciado como una gran ceremonia religiosa y espiritual. El juego se llevaba a cabo mediante un balanceo que hacían con la carga de su cintura y con el cual debían introducir una pelota de caucho en un círculo de piedra. Durante estas ceremonias, que marcaban el fin del calendario, de un ciclo, las estatuas eran pintadas de rojo y posteriormente decapitadas. Luego eran enterradas donde estaba la corte.
La edad de la pieza descubierta es difícil de calcular puesto que no se tiene referencias. Además las excavaciones en la localidad han empezado hace solo año y medio y los arqueólogos todavía están examinado la zona. Actualmente la pieza está alojada en la comisaría del pueblo.
Aparte de esta figura tan extraordinaria, en la ciudad se han encontrado más vestigios de los mixtecos: cinco campos de juegos, cerca de 50 pequeños edificios, plazas, pequeñas esculturas… que permiten datar todas estas excavaciones sobre el año 600 d.C.
Piedra Labrada se ha convertido así en todo un referente de la arqueología de culturas mesoamericanas y especialmente de los Mixtec. La importancia de este pueblo mexicano ha hecho que los arqueólogos de la zona hayan realizado una propuesta al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) para llevar a cabo una gran excavación en la ciudad que permita recuperar la memoria y pasado de la zona.
Piedra Labrada se encuentra en el área de Costa Chica, región de Guerrero, una zona muy rica en excavaciones de cultura mesoamericana que se encuentran a día de hoy intactas.
