Tal y como informaba el pasado miércoles el Ayuntamiento de Tarragona se ha hallado una nueva puerta que conducía a la parte noble de la ciudad antigua en el Circo Romano de Tarragona. Esto pone a los arqueólogos en la obligación de replantear cómo eran los accesos a dicha zona.
El hallazgo llegó a raíz de las obras para dignificar la Puerta Triumphalis que era por la que abandonaban el recinto los ganadores de las carreras de caballos circenses. El nuevo acceso lleva tanto al Circo como a la “Part Alta” de lo que en su día fue Tarraco, poseedora del foro provincial y un enorme santuario en honor del Emperador Augusto.
Las labores de restauración que comenzaron este octubre y que tendrán fin en febrero, han logrado rescatar los límites de la bóveda que unía la puerta con las gradas de mayor altura del Circo (visorium) situadas al pié del actual Pretorio.
También han servido para documentar lo que era el cierre de dicha bóveda por la parte situada más al norte del portón triunfal, también se han encontrado indicios de que había otra puerta en lo que sería el medio que unía esta bóveda.
De este modo el acceso al visorium era más reducido de lo que se pensaba, al igual que el paso a la Part Alt ya que resultaba imposible que fuese de tránsito fluido desde la Via Augusta (Rambla Vella en la actualidad) hasta el Pretorio.
Así, se presenta un nuevo desafío para los investigadores de la utilización de espacios tales como el área de circo o el control que se hacía de la accesibilidad a los recintos superiores.
La arqueóloga Imma Teixell, ha destacado la trascendencia del hallazgo: «ya se sabía que había diferentes puntos de control distribuidos por su extenso perímetro«.
Imagen: Lluis tgn en Wikipedia
