Luego de ocho años de estudios la muerte del gran maestro de la música clásica Ludwig van Beethoven ha sido develada finalmente, demostrando varios datos interesantes sobre su árbol genealógico, la enfermedad sexual que padecía y una predisposición genética para sufrir problemas hepáticos.
Los estudios se realizaron sobre cinco mechones de cabello del legendario artista, sometidos a diferentes pruebas genéticas con tecnología de punta, demostrando que la enfermedad que propició su muerte a los 56 años fue la Hepatitis B.
Aunada a esta enfermedad que afecta el hígado, Beethoven habría agravado su cuadro clínico debido al consumo excesivo de alcohol, algo bien conocido por sus biógrafos e historiadores quienes en varias oportunidades, señalaron que el prestigioso músico alemán habría fallecido por su alcoholismo.
La Hepatitis B junto al alcoholismo deterioró el hígado predispuesto genéticamente para una enfermedad, siendo estos tres factores decisivos en el desenlace final del artista.
Gracias al estudio del ADN del músico los investigadores pudieron detectar que tuvo un hijo ilegítimo, logrando observar que la genética del propio Ludwig van Beethoven pareciera arrojar que fue él también fruto de una infidelidad, aunque los responsables del estudio señalan que se necesita profundizar más para afirmar o refutar esto.
El grupo encargado en realizar los estudios genéticos ha señalado, que se esperan esclarecer más dudas sobre el personaje, afirmando que continuaran con las investigaciones.