Un censo arqueológico ha descubierto que la existencia de humanos en la isla de Cuba alcanza los 8.000 hasta los 10.000 años de antigüedad. Este estudio ha sido realizado por el Instituto de Antropología del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente Cubano y será publicado a principios de 2014.
Este proyecto se ha prolongado durante dos años y cuenta con la investigación y la experiencia de arqueólogos, expertos, historiadores, instituciones y aficionados, tal y como informa la agencia de noticias pública Prensa Latina.
Para llevar a cabo la investigación se han empleado mapas con coordenadas precisas del nivel del municipio con el fin de hacerse una idea de la situación arqueológica de los aborígenes en el país. También se ha elaborado con vistas a la confección de El Atlas Arqueológico Aborigen de Cuba.
Para recopilar la historia de los asentamientos de Cuba, los indígenas son catalogados según varios períodos: Primero antes del desarrollo de la agricultura y cerámica (antes del siglo III a.C.). Segundo, en la fase de agricultura (siglo II a.C.). Por último, el período que combina agricultura con cerámica (el siglo V d.C.).
Los arqueólogos José Jiménez Santander, que es responsable del censo, y el director del departamento de arqueología en el Instituto de Antropología Cubana, Alfonso Cordova, comentaron que hasta ahora se han localizado más de 3.000 yacimientos arqueológicos de aborígenes en la isla.
Algunos de estos asentamientos corresponden a residencias, como sugieren los restos de comida y chimeneas, y otros materiales como herramientas y basura. Esto demuestra claramente que estas zonas fueron habitadas por antiguas colonias durante un tiempo, afirman los expertos.
“Otros asentamientos tenían la función de áreas de descanso, ya que no muestran señales de una estancia prolongada. Así que se trata de comunidades nómadas que se desplazaban periódicamente y que llegaban a habitar cuevas”, explicó Jiménez Santander.
Según él, hay indicios de que las cuevas se usaban como lugar de ceremonias, enterramientos, o para pintar. También se empleaban para vender conchas con las que fabricar objetos como vasijas. Por último, comentó que se han hallado herramientas y piedras.