Tras su inauguración en el Museo Städel de Fráncfort del Meno, la exposición “The Angel of the Odd. Romanticismo oscuro de Goya a Max Ernst” se traslada al Museo de Orsay en París. En la exposición se muestran cerca de 200 obras entre las que se encuentran pinturas, dibujos, grabados, esculturas y doce películas del periodo de entreguerras.
Mario Praz, crítico literario e historiador de arte, fue el primeo en utilizar el término “romanticismo oscuro” reconociendo así a una gran parte de la literatura y arte que, desde la década de 1760 en adelante, se escondía detrás del aparente triunfo ilustrado.
A finales del siglo XVIII comenzaron a aparecer novelas oscuras que en poco tiempo engendraron un gran éxito en Inglaterra. Entre una mezcla de miedo y placer, fueron explorando el terreno de lo sádico y lo grotesco desde pintores y escultores hasta dramaturgos y novelistas, introduciendo al espectador en una inmensidad tenebrosa.
Los autores Goya y Géricault nos muestran las crueldades de la guerra, Fuseli y Delacroix nos ofrecen obras de Dante, Milton, Shakespeare y Goethe dando vida a fantasmas, brujas y demonios.
Debido a la ambigüedad sobre la creencia en el progreso muchos artistas se volvieron soñadores y se movieron hacia el ocultismo. Aunque artistas como Khnopff, Spilliaert y Klinger se esconden detrás de su silencio, para difuminar la frontera entre sueño y realidad, la obra de Ensor, Stuck y Rops presentan fantasías de brujas, esqueletos risueños, medusas y esfinges que muestran una desilusión por su presente y ansían la libertad creativa opuesta a las limitaciones de la burguesía.
Poco después el cine se apoderó de películas como Frankenstein y Fausto cuyas inolvidables escenas se han establecido en el imaginario colectivo.
A través de esta exposición se nos permite reevaluar y ampliar los conocimientos sobre las fuentes literarias y artísticas del mundo del romanticismo oscuro que continúan influenciando significativamente en las películas, videojuegos y obras musicales de la actualidad.