Hallada una vivienda de 3.000 años en Ecuador

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Jaime Martínez
Actualmente estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos, lo que me ha despertado inclinación por la sección internacional, incluida el estudio de idiomas. Por eso, no descarto dedicarme a la docencia. Asimismo me gusta practicar ejercicio físico y pasar un rato agradable charlando con mis conocidos y con gente nueva. Por último, disfruto viajando para conocer la cultura auténtica de cada región del mundo, aunque reconozco que antes necesito informarme lo más posible sobre el lugar que voy a visitar, para disfrutar la experiencia a fondo.

Arqueólogos franceses y ecuatorianos han descubierto en la provincia de Pastaza, en Ecuador, los restos de lo que parece ser una vivienda de 3.000 años de antigüedad. Parece ser la residencia más antigua de la región de Amazonia, según informó el jefe del proyecto a EFE. “Hemos hallado vestigios de cerámicas, piedras y estufas”, declaró Stephen Rostain. Los investigadores hallaron el yacimiento hace dos años y establecieron el campamento en julio cuando excavaron un metro de profundidad en un área de 90 km cuadrados.

vivienda 3000 años ecuadorRostain comentó que “los hornos eran de piedra bastante antigua, procedentes del período Formativo” (siglo 18 a.C. hasta el siglo V d.C.). Los expertos tomaron varias muestras que resultaron ser de hace 3.000 años, y este año han descubierto marcas de variado materiales que pueden ayudar a reconstruir las partes que faltan de la edificación para hacerse una idea de su apariencia.

Con ayuda de un diagrama en el yacimiento, el investigador mostró que ciertos puntos negros representan agujeros para postes.

Él asegura que “juntando los puntitos se obtiene una casa de forma oval, muy similar a las viviendas actuales, solo que ésta alcanza los tres milenios de antigüedad, lo que la convierte en la residencia más antigua de toda la región de Amazonia. Es incluso más antigua que las que se hallaron en Brasil”, confirma Rostain.

El gran hallazgo, asegura, ha sido descubrir que los constructores de la casa emplearon el tronco de un árbol colocado al revés como si fuera un poste y que está encajado en el acuífero. “De esta manera la labor humana se hace más fácil, pues no es necesario cortar el tronco que está colocado de forma que no crece más en el suelo”.

Gracias a las plantas que ellos tomaban podremos conocer su dieta, y mediante las cerámicas halladas entenderemos mejor sus manifestaciones artísticas, y de dónde extrajeron los materiales para la construcción del edificio. Asimismo, comprenderemos la relación de estos individuos con el medio ambiente, concluyó el experto.

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