Una estación de trenes parisino albergaba a la vista de todos y sin saberlo, una necrópolis de hace dos mil años perteneciente a los celtas Parisii en la época en que era una ciudad galo – romana llamada Lutetia.
El hallazgo se realizó cuando la estación de trenes iniciaría trabajos de expansión, desplegándose el Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva, con el fin de proteger cualquier tipo de patrimonio en las excavaciones, dando con numerosos esqueletos y ajuares funerarios de los Parisii.
Sí bien es cierto, que la necrópolis se estudió en 1800, la verdad es que en esa época, solo se tomaron los ajuares hechos con metales preciosos, dejando todo lo demás en el lugar.
Entre los objetos encontrados se cuentan: cerámicas, copas de barro, cristalería, cinturones, zapatos, alhajas, entre otros.
Destaca una moneda hallada en la boca de un esqueleto, lo que estaba en relación con el mito de Creonte, es decir, el mito que alude a la moneda ofrecida a Creonte para pasar el difunto por el río Estigia.
Las investigaciones en el sitio continuarán enfocándose en el resguardo de los objetos, además de utilizar análisis de ADN que enriquecerán la historia de este pueblo celta antiguo.