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Historia de las cerraduras: de la antigüedad hasta las antibumping

Historia de las cerraduras: desde la antigüedad hasta las antibumping

A lo largo de la historia, la protección de nuestros hogares y objetos personales ha sido uno de los motores de la evolución de varios oficios como los artesanos de la madera y del metal y su adaptación a la creación y modernización de cerraduras de todo tipo.

Las cerraduras antibumping son, en la actualidad, las mas vendidas y solicitadas del mercado debido a su gran seguridad, impidiendo los accesos “sencillos” a nuestros hogares y prácticamente blindando la puerta.

Como nos comentan desde Cerrajeros Zaragoza, “todos los bombillos de alta seguridad modernos cuentan con una protección antibumping”, pero que no se limitan únicamente a esta técnica de apertura de cerraduras, sino que también protegen “contra el taladrado y el ganzuado”, entre otras características imprescindibles e interesantes para la seguridad como el doble embrague.

¿Qué es el doble embrague? Es el sistema que permite que la puerta pueda abrirse desde fuera (con su propia llave), cuando hay otra insertada en el interior de la vivienda, una solución muy útil cuando, o bien dejamos las llaves puestas al salir de casa, o bien en caso de personas mayores, que muchas veces ante una urgencia en la que no puedan llegar a la puerta para abrirla, alguien desde el exterior pueda hacerlo sin necesidad de romper la puerta o buscar otras alternativas.

Si bien en la actualidad estas cerraduras antibumping son las mas utilizadas por ofrecer una seguridad y prevención de robos como pocas, no siempre fue así.

Hasta hace muy poco tiempo los cerrojos normales son los que se utilizaban en casi todas las casas (y aún hoy son mayoría), pero éstos, desde hace un tiempo, sufren de una técnica de apertura llamada bumping, mediante la cual, insertando una llave específica, se hace saltar la cerradura, permitiendo la apertura de la puerta.

Esta técnica ha permitido la proliferación de robos en todo el mundo, al poder abrirse una puerta de una forma muy sencilla, sin complicaciones, y si apenas dejar un rastro.

Si bien pensamos que el bumping es una técnica nacida en la década de 1970, realmente debemos retroceder aún más en el tiempo para poder localizar cuándo surgió el bumping y con qué fin, y en qué momento surgió la solución de los Bombines Antibumping.

Pero, para entenderlo en profundidad, nada mejor que hablar de la historia de las cerraduras, cómo fue su evolución y cómo se ha llegado a los niveles de seguridad con los que contamos en la actualidad.

Historia de las cerraduras

El mecanismo de la cerradura y su origen en la antigüedad

El mecanismo de cerradura más popular a nivel mundial, y que se utiliza en prácticamente todas partes, utiliza el diseño del pestillo (o pasador), el cual fue creado por primera vez en Egipto hace 4.000 años.

Antigua cerradura egipcia. Crédito: Dominio Público

Existe incluso una cerradura anterior, de 6.000 años de antigüedad, que fue descubierta en Nínive, antigua capital de Asiria, aunque fue ligeramente modificada en el Antiguo Egipto.

Es aquí en donde se desarrolla una cerradura de pestillo o pasador, que consistía en un cerrojo, un accesorio de puerta y una llave. Cuando se insertaba la llave, los pasadores que se encontraban dentro del accesorio salían de los orificios perforados dentro del perno, lo cual les permitía moverse.

Una vez que se retiraba la llave, los pasadores caían nuevamente sobre el perno, impidiendo así su movimiento.

En la antigüedad occidental

Esta tipología de cerraduras protegidas, también la encontramos en el mundo occidental y, hasta nuestros días, sigue siendo la más empleada.

Lo primero que debemos mencionar es que se atribuye a Teodoro de Samos, la invención de la llave en el siglo VI a.C., según se desprende del libro “Design Methodology and Relationships with Science”, de Marc J. de Vries, Nigel Cross, D.P. Grant.

Según la Enciclopedia Británica, sabemos que “los romanos inventaron cerraduras y llaves de metal; y diversos sistemas de seguridad”, algo que ya hemos destacado cuando hablamos de la historia de las cajas fuertes, al ser ellos pioneros en el uso de cajas cerradas y seguras en donde guardaban sus objetos de valor.

Reconstrucción de una cerradura de puerta de metal con tambor de pasador romano, interior y exterior, y un ejemplo de llave. Crédito: Deutsches Museum, Munich

¿Cuál era el método de seguridad? Las cajas se abrían con una llave que ellos usaban como anillos, asegurándose así el tenerlas protegidas en todo momento.

Sin embargo, la cerradura metálica y que ha llegado hasta nuestros días fue inventada entre los años 870 y 900 de nuestra era, siendo atribuidos a artesanos ingleses, quienes podemos tomar en cuenta como los primeros cerrajeros.

Eran pernos simples, hechos de hierro con protectores que se colocaban alrededor de los orificios de la cerradura para evitar su manipulación.

La Revolución Industrial

A partir de la masificación y tecnificación de los sistemas, comienzan a crearse cerraduras más complejas, orientadas a dotar de mayor seguridad.

Así, en 1778, Robert Barron crea la cerradura de palanca, llamada así por utilizar un sistema de palancas para evitar que el cerrojo se moviese de la cerradura y que aún se utiliza hoy en día.

Esta cerradura fue mejorada notoriamente por Jeremiah Chubb, creando así la cerradura con detector Chubb, el cual ofrecía una seguridad integral que evitaba los intentos de apertura no autorizados, además de indicarle al propietario cuando la cerradura había sido manipulada.

Diagrama de una cerradura de detector Chubb. Crédito: Dominio Público.

En 1820, Jeremiah se unió a su hermano Charles y crearon la empresa Chubb, una de las más famosas del mundo en temas de cerraduras y seguridad, quienes crearon una gran cantidad de sistemas cada uno más seguro que el anterior, además de cajas fuertes extremadamente seguras.

La cerradura de Linus Yale

En 1848, Linus Yale inventó una cerradura de tambor y en 1861, su hijo Linus Yale Jr., inventó y patentó una llave más pequeña, plana y con bordes dentados, como también un tambor con pasadores de tamaños variados, similar a las que se utilizan actualmente.

Las cerraduras en el siglo XX

El origen de la llave Bumping

Llegamos a comienzos del siglo XX, cuando en la década de 1920 se patentaron en Estados Unidos una diversa variedad de herramientas que se empleaban para abrir cerraduras, los cuales utilizaban un principio similar a los de la llave bump creada años después.

Llave bumping. Crédito: Dominio Público.

El objetivo de estas herramientas era abrir las puertas cuando se perdían las llaves, sin tener la necesidad de forzarlas y así poder dañarlas.

Una de estas primeras patentes está fechada en 1928 por HR Simpson, quien llamó a esta cerradura “golpe de tecla”.

Década de 1970, el origen del bumping

En 1970, cerrajeros de Dinamarca compartieron con el mundo una técnica para abrir cerraduras, que consistía en introducir una llave y golpearla, para así hacer saltar sus cilindros, lo que permitía que se liberase la cerradura y abrirla sin mayores problemas.

Tras unos años en donde sólo los cerrajeros la conocían, a partir del año 2002, el alemán Klaus Noch explicó a medios de su país el problema potencial de esta técnica para la seguridad de las casas, pasando a ser de conocimiento internacional a partir de ese momento.

Diagrama del método bumping. Crédito: Wikimedia / Dominio Público.

En el año 2005 se funda The Open Organization Of Lockpickers (TOOOL), en donde se presentó un documento técnico sobre este sistema, detallando su aplicabilidad con todos los detalles.

Esta organización se caracteriza por crear campeonatos en donde se demuestren habilidades para abrir cerraduras sin dañarlas y en el menor tiempo posible, utilizando para ellos diferentes tipologías de cerrojos.

Las cerraduras antibumping

Debido a los problemas de seguridad que surgen con este tipo de cerraduras, se ha evolucionado hacia nuevos sistemas de bombines antibumping y antiganzúas, como aquellas de pestillo de disco, que son invulnerables por tener un mecanismo sin resortes; o aquellas cerraduras de combinación, con temporizador, electrónicas o electromagnéticas.

Esta tipología de cerraduras están diseñadas específicamente para aumentar drásticamente la protección al hacer que prácticamente sea imposible abrir la puerta, o al menos dificultando mucho esa empresa, dotándola de una seguridad fundamental para nuestra tranquilidad.

Cuentan, además, con un sistema muy complejo de pitones, los cuales impiden a su vez que se abran con ganzúas gracias a su disposición radial. Generalmente, también son resistentes a la cizalla por la dificultad de poder tirar de ellas.

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