El descubrimiento de fósiles y huesos pertenecientes a niños y adultos neandertales en una cueva de Grecia, hace alusión a que el lugar fue una encrucijada clave para los antiguos humanos.
Los neandertales son los parientes extintos más cercanos a los humanos modernos, al parecer se realizó incluso un mestizaje entre ellos, llegando los neandertales a Europa y permaneciendo ahí hasta hace 35.000 años.
Para saber más sobre los antepasados humanos los investigadores se han centrado en Grecia, puesto que seguramente sea la ruta donde coincidieron los primeros humanos modernos y los homínidos anteriores, actuando como refugio para ellos así como para las plantas y animales ante las alteraciones climatológicas.
Katerina Harvati, paleontóloga de la Universidad de Tübingen en Alemania, junto con su equipo de Grecia y Francia, analizaron los restos que encontraron en una cueva a 20 metros de profundidad situada en los acantilados de Mani.
Durante la Edad de Hielo, la zona mantuvo un clima cálido, manteniendo una flora y fauna silvestre constituida por venados, jabalíes, conejos, elefantes, comadrejas, zorros, lobos, leopardos, osos, halcones, sapos, víboras y tortugas.
Los investigadores encontraron herramientas de sílex, cuarzo y conchas marinas con las formas características de la época Neandertal. Ahora se han descubierto 14 ejemplares de niños y adultos que incluyen dientes, un fragmento de cráneo, una vértebra y huesos de las piernas entre los que se encuentra una mordida.
Estos hallazgos muestran que Grecia tiene muchas de las respuestas sobre la convivencia entre los humanos modernos y neandertales en Europa, por ello, Havarti y su equipo pretenden hacer más estudios en la zona.