Se han hallado restos en una ciudad italiana que ostentan más años de antigüedad que los conocidos hasta ahora, lo cual engrandece la ambición arquitectónica de los romanos.
La estructura hallada en el yacimiento de Gabii al este de Roma, está construida con enormes sillares de piedra y presenta un tamaño de la mitad de un campo de futbol y alcanza los 350 a 250 años antes de Cristo. Por ello, es probablemente el edificio público más antiguo jamás hallado, afirma, Nicola Terrenato, un profesor de Clásicas en la Universidad de Michigan que dirige el proyecto.
El edificio podría haber servido como una residencia privada de lujo y presenta una pared de contención de piedra, suelos con decoraciones geométricas y dos terrazas conectadas con una escalera, lo que le diferencia a los edificios de la época, rompiendo el estereotipo de modestia y conservadurismo. Hasta ahora se pensaba que este estilo solo se interrumpió cuando los soldados que conquistaron Grecia en el 140 a.C. regresaron a casa con un cierto sentido del lujo.
Según Terrenato, esta edificación aporta datos sobre el comienzo de la experimentación con el cambio del entorno natural ya que se recorta una pendiente, y se crea una pared de apoyo. Este fenómeno es destacable porque se produce 250 años antes de lo que se tenía estudiado hasta ahora. “Se ha producido como mínimo 300 años antes que el Coliseo”, comenta Terrenato. Este añade que la disposición de los bloques de piedra es como una construcción de Lego, sin ningún tipo de material conector entre ambos.
El yacimiento de Gabii, en Lazio, fue una ciudad reducida frente al desarrollo de Roma. Con el proyecto de Gabii, se pretende mostrar cómo era una ciudad de la región antes del gran auge de Roma. Gracias a su ubicación fuera de Roma, los arqueólogos pueden explorarlo más profundamente debido al espacio abierto sin urbanización.
Este verano, 60 trabajadores operaron en este yacimiento, en una excavación de dos millones de dólares patrocinado por el Museo de Arqueología de U-M Kelsey. Se estima la finalización en el 2014, pero quizás, las investigaciones se prolonguen debido a este gran hallazgo.
Andrew Johnston, profesor asistente de Clásicas en la Universidad de Yale, dirige el programa con el colegio y ha enfatizado el contenido didáctico y educativo del proyecto, pues cambiará la concepción de la historia romana y el modo en que se enseña, enriqueciéndolas en metodología y estrategias.