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En las últimas décadas, la comunicación ha generado diversas formas de hablar, las cuales se han puesto en práctica tanto con amigos como con familiares, ya que han surgido nuevas plataformas que nos permiten exponer las visiones que tenemos a nivel mundial con otras personas.
Es un hecho que las redes sociales poseen aspectos positivos y negativos. Su positividad reside en que son de elevada utilidad para poder enviar mensajes a nuestra pareja para, por ekemplo, recordarle cuanto la extrañamos, lo cual permite mantener el vínculo que nos une.
Sin embargo, en algunos momentos la atención solo la enfocamos en las redes, haciendo caso omiso cuando nos hablan o nos preguntan algo, permaneciendo indiferentes al entorno porque nuestro interés solo radica en las RRSS.
Esto significa que las redes ocupan gran parte de nuestro tiempo, lo cual influye de manera negativa en nuestra relación de pareja ya que se ha convertido en motivo de discusiones y demandas, situación que afecta nuestro estado emocional.
El uso exagerado de las redes afecta nuestra privacidad y esto puede generar consecuencias de gran arraigo si no lo sabemos manejar ya que nos arriesgamos a que los demás lleguen a saber demasiado de nosotros y se aprovechen de dicha circunstancia para controlarnos.
La tergiversación de los mensajes
El respeto de los espacios y la privacidad de otras personas es sumamente importante y la confianza depositada en la pareja debe ser permanente y certera, siempre teniendo presente que cada ser humano requiere un espacio de individualidad.
Sin embargo, cuando enviamos mensajes, estos muchas veces se tergiversan, provocando malos entendidos porque son interpretados de otra manera. Por ello, mucha gente fresea, haciendo caso omiso y dejando de responder lo que a su juicio no tiene coherencia.
Es importante tener presente que el uso de las redes sociales no posee un lenguaje verbal, lo cual alcanza aproximadamente a un 65%. Es decir, nuestra expresión a través de este medio tiende a ser gestual ya que llegamos a expresar más con nuestra intención que con las palabras.
Si queremos preservar nuestra vida de pareja, manteniendo el amor y la solidaridad que siempre hemos profesado, es importante tener en cuenta algunas “recomendaciones” para que las redes sociales no se conviertan en un obstáculo dentro de la relación.
Entre estas destacan las siguientes:
Establecer límites
Todos sabemos que no es lo mismo compartir con la pareja que estar solo. Por ello, el establecimiento de límites en cuanto al uso de redes sociales preservará nuestra comunicación sin romper la interacción.
El vínculo con las demás personas es importante, porque de esta manera nos mantendremos informados adaptándonos a las nuevas tecnologías. Esta situación resulta fácil de manejar si llegamos a acuerdos y los gestionamos mutuamente. El hablarlo y discutirlo es lo primordial.
Evitar el señalamiento
En el caso de que la pareja se niegue a contestarnos o apreciamos alguna imagen o comentario fuera de lugar, debemos evitar la ira, creándonos historias imaginarias que nos pueden llevar a pensar en algunas conjeturas que no son ciertas.
Las redes sociales deben ser manejadas con mesura, porque a veces el hacer un comentario o no contestar el teléfono no debe ser motivo para discusiones ni de acusaciones infundadas. Es preferible preguntar antes de señalar y oír la explicación que nos den para saber qué pasó.
