El 21 de agosto, al Biblioteca Presidencial Nixon publicó la última entrega de las 37 grabaciones secretas de la Oficina Oval. Estas 3.000 horas de grabaciones, junto con 140.000 páginas de documentos tienen gran valor, pero lo más destacado es la conversación que tuvo lugar entre Richard Nixon y Leonid Brezhnev el 16 de junio de 1973.
El líder soviético llegó a Washington ese día para realizar una larga visita a los Estados Unidos, como parte de un programa de relaciones entre las dos naciones. Nixon visitó Moscú el año anterior, donde pasó una semana con Brezhnev para firmar el Tratado Antimisiles Balísticos y el primer Tratado de Conversaciones acerca de la Limitación de Armamento estratégico. Ambos fueron agradables mutuamente, aunque Nixon reconoció haberse sorprendido con la fuerte personalidad de Brezhnev: “por momentos pensé en Dr Jekyll y D. Hyde cuando Brezhnev, que había estado riendo conmigo y me había dado una llamaditas en la espalda, empezó a gritar enojado”.
Sin embargo, cuando Brezhnev apareció el siguiente año era todo sonrisas. La recién publicada grabación demuestra sus grandes esfuerzos por hacer buenas migas con Nixon. Brezhnev comenzó a informar a Nixon de que llovía cuando despegó en Moscú. Para Brezhnev, esto era un buen presagio, típico de la superstición rusa. El que lloviera también cuando aterrizó, lo convirtió en un presagio aún mejor, de enorme importancia.