Recientes investigaciones en Sri Lanka han revelado que las valiosas estatuas de Buda son mejor valoradas por los cazatesoros en detrimento de otros objetos con valor arqueológico. El decano de la Facultad de Historia y Arqueología y director del Proyecto Abhayagiri en Anuradhapura, el profesor T. G. Kulatunga, admite que las estatuas de Buda son los objetos arqueológicos más comunes que han sufrido la destrucción a manos de cazatesoros.
Ha señalado que en muchas de las estatuas, la zona abdominal y de los hombros han sido destrozadas mientras se saqueaba el tesoro.
“El tesoro más grande de Buda es su infinita bondad, que nadie puede robar”, dijo Kulatunga en un seminario celebrado en la Escuela Central de Segiriya el 2 de abril. El seminario fue organizado por el Ministerio de Patrimonio Nacional y el Departamento de Arqueología para educar a los escolares y al público sobre la importancia de preservar los descubrimientos arqueológicos y los yacimientos históricos.
El profesor dice que podría haber razones no budistas detrás de la destrucción de las estatuas. Charles Godakumbure, exmiembro de la Comisión Arqueológica, ha descrito a estos vándalos como Kapalawas y que está muy molesto con los actos de vandalismo.
El profesor también ha dicho: “Tenemos algunos pseudo-devotos que pretenden meditar bajo un árbol en algunos de los importantes antiguos lugares arqueológicos. Estos delincuentes incluso golpean las estatuas antiguas y escuchan los sonidos para decidir dónde se encuentran los tesoros. Afortunadamente, la observación cuidadosa de nuestros verdaderos devotos les ha hecho imposible poder llevar a cabo actividades de destrucción. Tenemos un gran patrimonio cultural. Pero algunas gentes están tratando de destruirlo. Deberíamos hacer todo lo posible para preservar nuestro patrimonio cultural”, dice.