Los guerreros de terracota de Qin Shi Huang

Más leídos

El asombro del campesino chino (posiblemente llamado Chun Li o Li Chun, aunque se desconoce si realmente fue él) que descubrió, junto a sus compañeros de oficio, un misterioso «foso» debió de ser mayúsculo. 

Lo primero: no era el pozo de agua que esperaba encontrar para soliviantar aquella durísima sequía del año 74, sino que se topó con el impresionante ejército de Qin Shi Huang: el ejército de terracota.

Mausoleo de Qin Shi Huang, Patrimonio de la Humanidad. Crédito: Dominio Público / Dcastor, Wikimedia.

Y es que no sabía, hasta entonces, que el primer emperador de todos los chinos, Qin Shi Huang, mandó construir más de 7.000 figuras de soldados y caballos, todos diferentes y con impecables detalles, recreando al ejército que después de concederle la gloria en vida también le seguiría hasta la eternidad, a su mandato supremo.

La arcilla horneada marca su composición más básica, materializándose en figuras de armaduras precisas listas para el combate, de cuero y madera en la realidad, y dando forma y humanidad a los rostros de incontables etnias diversas (hoy en día, en China, se reconocen 56 etnias) y con expresiones de todo género, incluyendo sonrisas o muecas.

Pero además, también empuñan sendas espadas o arcos, dependiendo del tipo de guerrero, espadín o arquero, aunque no podemos verlos tal y como eran con su colorido realista debido a la oxidación provocada por el paso de los siglos.

Además de los famosos guerreros, que aún a día de hoy se siguen encontrando, se han hallado también 69 supuestos Jefes de Estado Mayor en otro foso, además de impresionantes carros ceremoniales.

- Advertisement -

Más artículos

Deja una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

- Advertisement -

Últimos artículos